El mítico Clint Eastwood dirigió esta película en 2018 en la que nos presenta a Earl Stone, a quien él mismo interpreta: un octogenario que está en quiebra, solo, y que se enfrenta a la ejecución hipotecaria de su negocio. Entonces se le presenta una buena oportunidad, un trabajo que parece fácil: solo necesita conducir. Sin saberlo, Earl se convierte en traficante de drogas para un cártel mexicano, y pasa a estar bajo el radar del agente de la DEA Colin Bates, a quien da vida Bradley Cooper.