La semana de la tele
La Policía pone firme a Broncano mientras Iker Jiménez retrata a un diputado socialista en 'Horizonte'
Las broncas han dominado el espectáculo televisivo los últimos días. Bronca…no y sus adláteres, insisten en creer que todo lo que hacen es gracioso y al Sindicato Federal de Policía no le ha hecho ninguna gracia que dijeran, entre risas, que «no hay que estudiar mucho para ser policía» ni que insinuaran que algunos miembros del Cuerpo de Policía consumen estupefacientes. «A ver si te crees que ellos van limpios», añadieron. El gracioso Grison puso su guinda: «Yo ahora mismo corro delante de un Policía Nacional y tengo que estar esperando que llegue». El sindicato de la Unión Federal de Policía (UFP) desmenuzó en un comunicado la seriedad de sus pruebas, de sus controles y de las difíciles pruebas físicas. Y advirtió: «Cuando os reís de la Policía Nacional, os reís de 70.000 hombres y mujeres y de miles de aspirantes que cada año quieren formar para de este estilo de vida. Os reís… pero no hacéis gracia».
La otra bronca de Broncano no tardó en llegar. Apareció en La Revuelta su colaboradora Lalachus y festejaron ambos haber sido nominados/contratados para dar las campanadas de fin de año en La 1 de TVE. Además de victimizarse por algunas críticas recibidas por su físico en las redes, algo que a la humorista no le importa nada, llegó su «burla», en forma de risas: «Esto (las campanadas) se cobra aparte y lo pagan todos los españoles», vacilando a los espectadores. Y los 14 millones anuales de presupuesto de La Revuelta también los pagan todos los españoles, podrían añadir.
Y puestos a pagar, los españoles también pagarán los 7,5 millones de euros que se acaba de gastar RTVE por las tres finales en abierto de la Champions League en los tres próximos años. El problema es que si no llega un equipo español, la audiencia cae en picado. Movistar Plus, que invirtió 960 millones por las competiciones europeas y todos sus partidos, deberá explicar a sus abonados si les reduce la cuota al programarse la final de Champions en abierto.
Iker Jiménez y Carmen Porter parecen bomberos. Cada día les surge un fuego que deben apagar. Horizonte, uno de sus dos programas en Cuatro que van como un tiro (el otro es Cuarto Milenio), es un éxito jueves tras jueves y eso duele a algunos. Esta vez ha sido en el Congreso de los Diputados. Ya hicieron sus pinitos Rufián, de ERC, y Verónica Martínez, de Sumar, atacando a Iker Jiménez, pero ahora ha prendido la mecha el diputado socialista César Ramos Esteban, al acusar a Iker de dar la cifra de «800 muertos en el parking de Bonaire». Iker Jiménez no dudó en hacerle un traje de forma contundente: «Se ahogaba mucha gente y usted estaba en el Congreso votando la ley de RTVE mientras yo estaba allí ayudando a la gente que no podía bajar de un balcón, llevando agua y provisiones…».
Y por si faltaba alguien para rematar la situación, apareció Víctor de Aldama, desde el sillón de su casa, a través de un vídeo, dando las gracias a Iker Jiménez «por defender la libertad de expresión y decir la verdad». El empresario, imputado en la trama Koldo de corrupción, lanzó un dardo en la línea de flotación del Gobierno por lo que está ocurriendo en los pueblos anegados por el barro en Valencia: «Que no se le olvide a nadie que hay gente en La Palma, que vivió tragedias iguales, y a día de hoy siguen viviendo en barracones. Parece que es el futuro que le espera a la gente de Valencia si no lo arregla alguien, porque este Gobierno promete y no hace».