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Solo en casa, la película navideña más taquillera de la histora

Macaulay Culkin, protagonista de Solo en casa

Historias de película

La película navideña que superó en la taquilla a 'Pretty Woman'

Un cuento de Navidad que mezcla toques dickensianos, con el gamberrismo de los Looney Tunes y el descaro de Bart Simpson

Ghost, Bailando con lobos, Pretty Woman, Desafío Total, Jungla de cristal 2 y El Padrino III fueron algunas de las películas más taquilleras de 1990. Pero una película familiar las superó a todas. Una película navideña que se convertiría en un clásico inmediato del género. Una película sobre los valores familiares y con moraleja. Una película gamberra, pero también entrañable: Solo en casa.

Todos los que nacieron entre 1978 y 1985 tuvieron en Kevin McCallister a su pequeño héroe generacional, inspirado, seguramente, en el descarado Bart Simpson. Macaulay Culkin, estrella rotunda de los 90 que brillaba igual en alfombras rojas que en videoclips de Michael Jackson, daba vida a un niño de 10 años que se quedaba solo en casa después de que sus padres se olvidaran literalmente de él al irse de vacaciones a París y cuyo hogar debía defender del ataque de unos ladrones de barrio. La película, de un humor tosco –casi cafre–, fue un éxito total y tuvo una taquilla de 477 millones de dólares, convirtiéndose en la decimotercera película más taquillera de la década de Titanic, Parque Jurásico, Star Wars: La amenaza fantasma, Matrix y Salvar al soldado Ryan. Durante veinte años, además, ostentó el récord de ser la comedia más taquillera en la historia del cine hasta que 2011 la desbancó Resacón en Las Vegas 2.

Pero ¿qué tuvo –y sigue teniendo– esta película familiar para encandilar a público de todas las edades? ¿Qué la convirtió en un clásico navideño? Para empezar, la fórmula. El guionista John Hughes se inspiró en los cortos de animación de la Warner, desde Bugs Bunny a Tom y Jerry, para crear la historia de un niño como protagonista total que, no solo defiende su casa del ataque de unos ladrones, sino que les hace toda clase de perrerías hasta vencerles en su propio terreno. Pero Warner Brothers, que la iba a financiar, finalmente se bajó del proyecto porque no quería producir una película familiar de más de 10 millones de dólares y ésta costó casi 15. Así que Hughes le presentó el guion a la Fox que lo aceptó entusiasmada.

El actor Joe Pesci en 'Solo en casa'

El actor Joe Pesci en 'Solo en casa'

El segundo factor de éxito de la película es el reparto. Hughes había trabajado con Culkin un año antes en la comedia familiar Solos con nuestro tío y había escrito el guion pensando en él. Sin embargo, el director Chris Columbus quería un niño desconocido y vio hasta 400 niños de todas las agencias del país hasta decidirse por un talentoso, espontáneo y trabajador Macaulay Culkin. Tras él, entraría en el proyecto Joe Pesci que aceptó el papel entre Arma letal 2 y Uno de los nuestros después de que Robert De Niro y Jon Lovitz lo rechazaran. Daniel Stern –el otro villano–, Catherine O’Hara –la madre–, John Heard –el padre– y John Candy –el músico– se sumaron también encandilados por un Columbus de apenas 30 años lleno de ideas loquísimas. Una fue, por ejemplo, que Pesci y Stern apenas utilizaran dobles de acción para que sus mamporros fueran lo más reales posibles y otra, el simpático homenaje que hace al clásico del cine de gánsteres, Ángeles con caras sucias, con la película ficticia Ángeles con almas sucias en la que es una de las escenas cumbre de la película.

Y un tercer ingrediente que contribuyó a elevar la cinta al nivel de inolvidable fue su maravillosa banda sonora, una de las más reconocibles del genial John Williams. El músico siempre afirmó haberla disfrutado especialmente y que fue, de forma innegable, una inspiración para su propia banda sonora de Harry Potter.

Solo en casa fue un éxito total desde su primer fin de semana, donde recuperó la inversión y se mantuvo imbatible en el puesto número 1 del ranquin de taquilla en Estados Unidos durante 12 semanas, un récord ya entonces impensable. Y lo logró siendo una película para todos los públicos (G, en América), algo que solo se consiguió evitando que los dos ladrones dijeran ninguna palabrota durante sus caídas y desastres, ya que un solo «¡shit!» habría elevado la calificación a PG (con supervisión de padres).

El boom de Home Alone (Mi pobre angelito en Hispanoamérica) fue tal que la secuela no tardó en llegar, apenas dos años. Con la misma fórmula, pero en Nueva York y con cameo de Donald Trump incluido, aunque demasiado idéntica. Después, la entrega 3, la 4, hasta la 5, con otros niños protagonistas y sin el alma de la primera. Porque Solo en casa, como todo buen cuento de Navidad, tiene una historia de redención y perdón que vemos en la subtrama del indigente vecino de los McCallister que acaba reconciliándose con su familia y tiene, sobre todo, lo que más olvida el cine navideño contemporáneo y que aquí aparece sin ningún complejo: una iglesia donde hay un Niño Jesús que recuerda a Kevin –y también a nosotros– el verdadero sentido de la Navidad.

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