El libro que John LeCarré escribió antes de morir
Se publica en español 'Proyecto Silverview', la novela que el escritor inglés, fallecido en 2020, mantenía guardada en un cajón
Fue diagnosticado con un cáncer fulminante en diciembre de 2018. Dos años después, fallecía a los 89 años, dejando al mundo huérfano de sus novelas, thrillers políticos y de acción con altas dosis de realismo. Pero John le Carré (1931-2020) tenía guardado un as en la manga –una obra en un cajón– que ha sido el gran regalo póstumo que le ha hecho a sus lectores... y al mundo editorial en general.
En el año 2013, John le Carré informó a su agente literario, Jonny Geller, de que tenía una idea para una nueva novela que se titularía Silverview. El escritor inglés prometió entonces que le presentaría el borrador final un año más tarde. Tras este tiempo, sin embargo, Geller comentó durante el Festival de Literatura de Cheltenham de aquel 2014 que Le Carré le había escrito una carta en la que explicaba que pensaba que «no era el momento oportuno» para publicar la novela, que sus fieles seguidores esperaban ya con ansia. El escritor trabajaba entonces en una biografía suya que escribía Adam Sisman, y Geller creyó que no debía sentirse con fuerzas para terminar la edición definitiva del texto que había prometido, una tarea siempre exigente y metódica hasta la extenuación en el caso del autor de El jardinero fiel.
Los motivos reales del abandono de la novela siguen siendo un pequeño misterio. Tras la muerte del escritor, ni siquiera su familia sabe con seguridad las razones por las que se negó a publicarla. Sólo hay indicios o, peor aún, especulaciones: cuestiones relacionadas con el carácter y las circunstancias tanto de los personajes como del propio Le Carré, cuya visión sobre los servicios de espionaje terminó siendo contundente al final de su vida.
En Proyecto Silverview , nombre con el que la editorial Planeta lo publica en español, se produce un juego entre las obras y los protagonistas de su obra literaria: se establecen relaciones y se descubren sus características arquetípicas, desde el omnipresente Smiley hasta los temas que trata: la traición (si bien esbozado aquí como un pecado más gris que durante la Guerra Fría), la búsqueda, la confianza. Para los lectores que no conozcan a Le Carré, la novela funciona como un thriller, pero las emociones y los sentimientos pesan tanto o más que la trama, como de costumbre.
Silverview es el nombre de una mansión en una ciudad de la costa británica en la que transcurre la mayor parte de la acción; una referencia a la casa que Nietzsche tenía en Weimar y, por extensión, a la germanofilia de uno de los personajes y a la del propio creador. Ya publicada en inglés, en la misma semana en la que su autor habría cumplido 90 años, se convierte así en su obra número 26, aunque no se descarta publicar una obra que recoja su correspondencia, ya que Le Carré escribió cartas hasta el fin de sus días.
Tres son los principales protagonistas de la nueva novela: Stewart Proctor, un espía senior a cargo de agentes sobre el terreno; Edward Avon, uno de esos agentes desencantados por la irracionalidad y la ineficacia de las centrales de inteligencia, y Julian Lawndsley, otro desencantado, en este caso del trabajo en la City de Londres, que ha cambiado por el de una librería en una ciudad costera de East Anglia. La tranquila nueva vida de Julian Lawndsley cambiará cuando Edward Avon irrumpa en la suya y se vea implicado en el descubrimiento de una filtración en el servicio de espionaje que puede poner en riesgo a un gran número de agentes.
Con esta novela Le Carré se revisitó a sí mismo, como lo haría en títulos como Volar en círculos (memorias) o El legado de los espías, aunque se acabaron publicando antes. Por azar, o por otras razones, pues, la obra póstuma del inglés, que murió habiendo abrazado las raíces irlandesas y su pasaporte de la Unión Europea, pone un punto final coherente y autorreferencial a una trayectoria excepcional.