Alice Kellen: «Aunque trato el duelo, no quería hacer una novela triste»

La escritora valenciana Alice Kellen ha publicado nueva novela, El mapa de los anhelos, donde el amor vuelve a ser el protagonista. Una novela publicada en editorial Planeta y en la que la autora aborda temas universales como son la pérdida de un ser querido, el duelo, la ausencia y la soledad, así como la resiliencia, a través de la historia familiar de Grace, su protagonista. El Debate ha hablado con la autora de esta nueva novela, la séptima en su trayectoria literaria.

–Este su séptimo libro. ¿Hay peligro de que se vayan acabando las historias?

–En mi caso, la trama principal de El mapa de los anhelos la tenía ya guardada en mi cajón desde hace años. Las piezas pequeñitas, que son las que ensamblan la trama, tardaron más tiempo en aparecer; podríamos decir que necesitaron un tiempo de maduración. Fue a principios del verano pasado cuando rescaté esta historia y le di una vuelta de tuerca porque, cuando pasa el tiempo, la perspectiva es otra. Todo empezó a encajar y sentí que era el momento de seguir con la trama que empecé hace unos años y que había dejado estancada.

–La novela no tiene nada que ver con las anteriores, ¿qué aspectos la hacen diferente a las demás?

–En primer lugar, centro más la trama en la protagonista, además de sentir que esta novela tiene un factor familiar innegable. En las otras que he escrito quizás el eje central era la pareja de enamorados y no prestaba tanta atención a la familia; eran personajes más secundarios. Ahora, con El mapa de los anhelos, he querido escribir una novela muy distinta a las anteriores, donde la familia envuelve gran parte de esa historia. Veníamos de una novela que era muy distinta porque está ambientada en los años 80. Siempre me gusta variar e intento que cada novela se diferencie bastante de la anterior. Me gusta sorprender al lector y que no sepa qué historia se va a encontrar.

–Estamos ante una novela profunda donde los sentimientos de los personajes son el hilo conductor. La vida de Grace, la protagonista, sufre un cambio drástico tras la pérdida de su hermana. ¿Detrás de esta novela existe algún recuerdo personal?

–No puedo decir que me he basado en una experiencia personal, pero sí que me he inspirado en una historia que viví hace muchos años, cuando mi madre trabajaba en odontología pediátrica y yo era pequeña. Ella tuvo que vivir un caso como el de Grace, ya que presenció cómo dos hermanos tuvieron que someterse a un trasplante de las células del cordón umbilical. El proceso de una enfermedad crónica, que se alarga con los años, es muy duro. La historia me llamó mucho la atención y, aunque hayan pasado los años, es un caso que se me quedó grabado.

–El amor entre Grace y su hermana representa el amor entre todas aquellas personas que han perdido a un ser querido, ¿puede esta historia ayudar a superar ese duelo?

–Puede ser. En esta novela se trata el duelo desde diferentes perspectivas, dentro de la familia. Grace se siente muy varada en medio de la nada, su madre también se siente perdida y se abandona a sí misma. En cambio, el padre se centra más en su trabajo. Creo que, a pesar de que el duelo es algo personal, en esta novela cuento una historia esperanzadora y positiva. No quería hacer una novela triste.

–Partimos de un hecho triste, pero afirma que es una novela esperanzadora y positiva. ¿Qué van a descubrir los lectores en ella?

–Con esta historia intento enseñar cómo poner un punto y seguido, en tu vida, ante situaciones complicadas, delicadas y difíciles. Cuando alguien está enfermo afecta a toda la familia y es lo que muestro en la novela con la figura de la madre, que tiene que dejar su casa o su carrera laboral de lado y, con esperanza, consigue afrontar esa sensación de vacío personal que comentaba antes.

–A lo largo de esta historia, Grace es protagonista de su propia evolución personal. ¿Cómo la describe?

–He escrito una historia que está muy centrada en la protagonista femenina, Grace. En ella he querido reflejar el proceso de aceptación de uno mismo, donde empiezas a sentirte bien y encontrar tu lugar en el mundo. Grace consigue, poco a poco, seguir esa ruta con algunos puntos que le marca su hermana a través del mapa de los anhelos y, poco a poco, consigue encontrar las respuestas que necesitaba para seguir adelante.

–Hablaba del amor entre hermanas, pero también surge otro amor, el que aparece entre la propia Grace y Will. ¿Cómo es este amor?

–Grace es muy transparente e impulsiva. Todo lo contrario a Will, que es muy difuso. Él es un hombre al que cuesta conocer y descubrir. A pesar de ser polos opuestos, ambos se compenetran muy bien porque los dos están perdidos cuando se conocen. Los dos se ven reflejados en el otro y se reconocen. Son dos personas que no acaban de encajar en el mundo por el instante de la vida de cada uno. Ambos hacen un trayecto de reconstrucción personal cogidos de la mano y hacen de sus carencias y debilidades un punto de unión.

–Contaba, anteriormente, que el origen de la historia es un hecho vivido por su madre, pero ¿hay algo de Alice Kellen en esta nueva novela?

–Sí, en Grace. Aunque no de forma general, sino en aspectos concretos, como el tono de voz y la forma de pensar que la caracterizan. Considero que es inevitable que, conforme vas conduciendo la historia, dejes pinceladas de tus gustos. Es algo que le ocurre a muchos escritores.

–Al ser su séptima novela, ¿ha sido fácil o difícil su creación?

–Ha sido la novela que más me ha costado escribir. No porque sea la más compleja, porque la anterior, por ejemplo, la considero más difícil desde el punto de vista de la documentación, pero también hay que tener en cuenta el momento personal. Influye mucho la etapa que estás atravesando mientras escribes, y, en este caso, me ha costado mucho que fluyese la historia. Además, he tenido muy presente el plazo con la editorial, porque hay muchos lectores que esperan tu trabajo con ansias y es una gran responsabilidad de la que dependen muchas personas que trabajan contigo.

–Finalmente, ¿se lleva alguna enseñanza de El mapa de los anhelos?

–Sí, porque es una novela que me ha hecho aprender mucho. Desde el punto de vista de la corrección me ha hecho mejorar y pulir pequeños detalles. También he conseguido tener cerrados todos los temas que se van desenvolviendo en la novela antes de empezar a escribirla, y así no sentir que me faltaban puntos por cerrar cuando ya estaba inmersa en ella. Al final de todas las novelas se aprende algo, y cada una te aporta algo.