El atasco internauta en el primer día para solicitar el Bono Cultural Joven

«Un año de retraso y lo que te rondaré, Iceta», podría ser una frase que definiese popularmente el primer día para solicitar el famoso Bono Cultural Joven del ministerio de Cultura. Una inscripción que parece fácil, pero que no lo es. La antigua y tediosa y en muchas ocasiones desesperante burocracia física, ha sido sustituida por la moderna y tediosa y en muchos casos desesperante burocracia internauta.

Cumplir 18 años en 2022 puede que sea el único requisito sencillo en el inicio de la ayuda de 400 euros para consumo cultural. Cualquier nacido en 2004 puede acceder a esta tarjeta monedero, pero otro tema es, de momento, además de cuando va a poder hacerlo efectivamente, cuando va a poder registrarse a pesar de que oficialmente puede hacerlo desde hoy. 100 euros para productos físicos (libros o discos), 100 para productos digitales (prensa digital, videojuegos en línea o plataformas de contenidos audiovisuales) y 200 euros para artes escénicas (teatro, ópera, cine, danza o museos) que son, de momento, como un espejismo en el desierto.

En teoría, solo se necesita obtener un certificado que permita identificarse online. Un certificado digital o estar registrado en el sistema Cl@ve para verificar la edad. Luego solo hay que entrar en la web Bonoculturajoven.gob.es, y, sin más, elegir las actividades y los productos.

Pero, además de los caminos del Señor, también son inescrutables los caminos de la burocracia, incluso, o sobre todo, en la era de internet. En el primer intento de acceder al Bono puede hacerse con dicha Cl@ve, permanente o de 24 horas, pero ninguna funciona. En la permanente existe la opción de la «videollamada», como un comodín de los concursos de la tele, pero tampoco funciona. Aparece una ventana que dice: «Por la carga de trabajo no podemos atenderle en un tiempo razonable».

También puede uno entrar a través del DNIe o certificado electrónico, pero entonces aparece un mensaje casi cifrado que dice que se debe tener el certificado digital instalado (incluso cuando ya se tiene instalado), además de «descargarse el software 'autofirma'».

Un software que se puede descargar en la web del ministerio, siempre y cuando no sea incompatible, como es el caso, con el ordenador y no permita que se abra la carpeta «zip» de la aplicación.

Por si esta cueva de Polifemo en esta Odisea no es suficiente, también puede encontrarse a las sirenas en el siguiente incomprensible mensaje en el que si uno (cualquier joven de 18 años) no consigue registrarse en Cl@ve «puede registrarse en Cl@ve mediante una carta de invitación recibida en su domicilio fiscal:», para lo que aparecen dos opciones: «Ya dispongo de una carta de invitación» y «No tengo carta, envíeme una carta de invitación a mi domicilio fiscal».

Cuando llegue la carta de invitación, seguiremos informando.