Una nueva edición de la 'Odisea', una obra que aúna erudición y capacidad divulgativa para públicos amplios
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) presenta en la Fundación Pastor el primer tomo de su edición crítica bilingüe y comentada de la Odisea. Una edición imprescindible para toda persona que disfrute con el texto homérico, y quizá la más completa que se haya publicado hasta la fecha
A Homero –«rehén», «cautivo», si creemos que se trata de un nombre parlante– se lo considera el primero de los poetas, el padre de literatura y de quienes escriben ficciones. A ese hombre –o personaje imaginario– se le imputa la composición o urdimbre de dos poemas excelsos y muy distintos: la Ilíada y la Odisea. Dos textos que se han transmitido desde hace tres milenios a través de todos los soportes: la voz y la memoria, los papiros, los pergaminos, el papel, la imprenta, los PDF y pen drive… Su reconstrucción a un estadio óptimo –siempre discutible en sus matices– constituye la tarea más ardua y placentera de todo filólogo. Es el Olimpo, el Everest que culminar desde sendas diversas. Aunque pueda parecer una empresa cuyo resultado es sólo apto para eruditos, las ediciones del Consejo Superior de Investigaciones Científicas se caracterizan por un tono divulgativo y abierto a todos los lectores.
A este proyecto se han dedicado con cimero éxito, y desde hace mucho tiempo, las grandes instituciones, como Oxford y como la Bibliotheca Teubneriana. No hablamos de traducciones –logradas, deliciosas, evocadoras– como las de Luis Segalá i Estalella, o la de Emilio Crespo Güemes, o José Manuel Pabón. No: hablamos de inspeccionar, entre otras fuentes, unos tres centenares de manuscritos medievales en su lengua griega –unos 200 para la Ilíada, y algo menos de 80 para la Odisea–, y en torno a 1.200 papiros, por lo general, muy parciales y escritos en Egipto durante los siglos de dominación romana.
Hablamos de ofrecer los versos en su idioma original y en el estado en el que quizá los cantara Homero o, más bien, como lo fijaron los alejandrinos, y comentando las variantes y divergencias de las ramas de transmisión textual. En España, el déficit se ha subsanado en años muy recientes: con introducción y notas en catalán, gracias la Fundación Bernat Metge y el Institut Cambó; en lengua castellana, de la mano del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y su colección Alma Mater. Los responsables máximos de esta colección son Luis Alberto de Cuenca, como director, y Helena Rodríguez Somolinos, como secretaria.
600 páginas de amor por la literatura
La Ilíada de Bernat Metge aún no se ha completado: comenzó en 2005, y se detuvo en 2009 con el canto XII. Queda aún la mitad del poema por editar. No obstante, el volumen dedicado al estudio de Homero y de este poema épico se extiende a lo largo de casi 600 páginas que implican una sublime declaración de amor por la literatura. Como dice Gregorio Luri, hay que ponerse en pie ante su autor, el maestro Jaume Pòrtulas.
Por su parte, la Odisea de Bernat Metge sí se ha publicado íntegra, entre 2010 y 2014, en cuatro tomos. Sin embargo, y al contrario de lo que se insertaba en la Ilíada, la Odisea de Bernat Metge apenas ofrece un aparato crítico que satisfaga todas las ansias del filólogo: en ocasiones, resulta un aparato crítico parco y, por momentos, testimonial.
El primer tomo de la Ilíada de Alma Mater se editó en 1991, con una introducción que supone un gozo para todo amante de la literatura y la historia, y con los tres cantos iniciales del poema homérico. La obra concluyó en 2013, con la publicación del cuarto y último tomo. Figuran como principales autores de esa edición José García Blanco (falleció con el proyecto inacabado) y Luis M. Macía Aparicio (jubilado en 2018), profesores de la Universidad Autónoma de Madrid.
Ahora, en 2022, Alma Mater presenta el primer volumen de la Odisea. Su magistral estudio introductorio es de poco más de 200 páginas, unas 80 menos que el incluido en el primero de la Ilíada. Este tomo inaugural de la Odisea contiene los cantos I a IV. Esperemos que los demás volúmenes no tarden tanto como sucedió con el poema que canta la cólera de Aquiles frente a la Troya asediada por los aqueos.
Al igual que los cuatro tomos de la Ilíada, el aparato crítico es profuso y comparable al de la edición de Teubner más reciente, la de Martin L. West (2017). En lo referente a notas y estudio introductorio, la Odisea de Alma Mater se extiende mucho más –la introducción, en latín, de West ocupa unas cuarenta páginas–, como viene siendo costumbre. Y, para algunos puristas, la edición española que ahora se presenta también ofrece algunos puntos en que aventaja a Teubner: las iotas mudas que acompañan a vocales largas no se colocan al lado, sino debajo –la «iota suscrita», conocida por todo estudiante de griego antiguo–, y la elección de ciertas variantes resulta más cauta.
Esta edición del relato que narra las pericias de Odiseo, que el Consejo Superior de Investigaciones Científicas estrena en sociedad mediante un digno evento en la Fundación Pastor de Estudios Clásicos, corre a cargo de los doctores Mariano Valverde Sánchez –suya es la introducción y edición crítica– y José García López –fallecido a comienzos de este año y que aporta una solvente traducción verso a verso, acompañada de abundantes notas explicativas–, ambos catedráticos de la Universidad de Murcia. El volumen ha contado con la revisión del también catedrático Esteban Calderón Dorda. Como en otras ocasiones, el tono de este volumen conjuga precisión académica y exposición idónea para todos los públicos.
De Odiseo –Ulises lo llamaron los latinos en su tosca lengua– y la historia que nos relata Homero ya hemos hablado en El Debate. Odiseo, rey pirata de la isleña Ítaca, representa a los héroes griegos que asediaron y asaltaron Troya, y también a los navegantes helenos de los siglos oscuros que recorrieron las aguas del Mediterráneo, entonces piélago ignoto. Odiseo es el padre de Occidente; la astucia y la curiosidad son sus rasgos característicos, así como la decisión de abandonar los mundos ilusorios de las ninfas, para regresar con su mujer, su padre y su hijo, mortales de carne y hueso.
Homero es el primero y más excelso de los poetas: cantaba la vida en su plenitud, desde el mar rojizo como el vino hasta el juego de unas muchachas, o unos asados de ternera en la playa. Desde la Antigüedad, la Odisea es una obra moderna; gran parte de sus capítulos están narrados en primera persona, los personajes intervienen con sus propias palabras, las mujeres cobran un gran protagonismo, y hay un tono de nítida frescura, de mundo que se está estrenando, como si fuéramos niños.