Harold Bloom, el autor del Canon Occidental, muestra en esta selección un delicioso compendio de pequeñas grandes obras de grandes autores. De lectura fácil, alegre y caprichosa, uno puede ir saltando de Dickens a Esopo, o de Shakespeare al Sherlock Holmes de Conan Doyle. Cuentos y versos de Tólstoi, Gógol, Chesterton, Whitman, Wilde, Kipling y muchos más para cubrir en honrosa parte las ausencias inevitables de esta escasa, por tiempo y espacio, recopilación para «salvar el mundo».