Fito Páez se revuelve contra el comunismo tras padecerlo: «Soy amigo del pueblo cubano, no de sus dirigentes»

«Ya pasaron 64 años, caballeros. Ya está. Se terminó. Basta de echarle la culpa al gobierno norteamericano. Tiene que dejar de morir gente de hambre y en el mar». Estas duras palabras de Fito Páez en una entrevista han revuelto el mundo de la música –y de la cultura–, y han puesto en alerta, una vez más, a las autoridades cubanas.

El cantante argentino, defensor histórico de los gobiernos de izquierdas y también de la dictadura de Fidel Castro, ha sufrido en sus propias carnes la censura del régimen cubano. Ha sido esto, vivir la injusticia en primera persona, lo que le ha permitido abrir los ojos a una realidad que hasta hace poco negaba. «A veces hay sistemas que fracasan», ha reflexionado, haciendo referencia al sistema de la dictadura cubana, instaurada en marzo de 1952.

Vinculado a la isla caribeña desde el inicio de su carrera, Fito Páez protagoniza un documental, La Habana de Fito, dirigido por el cineasta cubano Juan Pin Villar. Como es lógico, la pieza audiovisual no elude el tema del régimen castrista, lo que ha disparado el aparato censor de la isla, a pesar de que ganó el Fondo de Fomento del Cine Cubano en 2021 y fue exhibido en el Havana Film Festival de New York en 2022.

En el propio tráiler del documental pueden oírse críticas veladas al régimen: «Fito se convirtió en un factor movilizador muy fuerte que atrajo a muchos jóvenes», declaraba uno de los músicos que aparece en el documental, a lo que el argentino responde: «Yo les decía: 'Muchachos, ustedes tienen 30 años. ¡Tienen que dudar! ¡No pueden comerse el cuento!».

Cuando llegó el momento de proyectar el documental en la isla, llegaron los problemas. «Estuve totalmente al tanto de lo que pasó con el documental. Primero con la suspensión de las tres proyecciones programadas y de la manipulación cuando se emitió en televisión», se ha quejado públicamente Fito Páez. «Sabía que había un poco de ruido, pero sin ninguna explicación aparente, que es como funcionan las cosas en Cuba, lamentablemente».

Fito y Cuba, un idilio truncado

Fito en La Habana se compone de diversas entrevistas a personajes relevantes en la cultura de la isla con grabaciones de las actuaciones del argentino en la capital de Cuba a lo largo de los años. Sin embargo, el Ministerio de Cultura ha prohibido la difusión del documental, que fue emitido finalmente por sorpresa por la televisión oficial, aunque con recortes del contenido no autorizados por su director ni por el propio Fito Páez.

«Hay una ley en Cuba que no permite hablar en contra del régimen», alega Páez que dijo el viceministro de Cultura cubano en conversación con su manager. En Cuba, tanto los opositores como los artistas, sin importar del signo político que defiendan, son sometidos a un silencio oficial o directamente son linchados por los medios de comunicación del régimen, sin poder defenderse.

Según revela el artista, los pasajes del documental que el régimen cubano vio como problemáticos son sobre Camilo Cienfuegos, uno de los principales jefes de la revolución de 1959, y que murió ese mismo año en un misterioso accidente aéreo, y sobre los «balseros». «El otro episodio fueron los tres fusilamientos en 2003, fusilados a los nueve días de ser detenidos. Yo me pronuncio contra la pena de muerte, no le tengo que pedir permiso a nadie», dice Fito Páez, que parece haber cortado lazos con una dictadura que tampoco ha cambiado tanto sus métodos desde que la defendía en los 80.

«Yo soy amigo del pueblo cubano, no soy amigo de ellos, de los dirigentes. Ellos no representan al pueblo cubano. Considerarme una persona manipulable habla de lo poco que me conocen y es una falta de respeto (...). Yo no soy manipulable y tengo mis ideas clarísimas y puedo tener los cuestionamientos que quiera respecto de lo que sea», ha declarado Fito Páez debido a la horda de críticas que ha recibido tras cambiar de opinión sobre el régimen.