¿Por qué Urtasun repite siempre que va a «garantizar los derechos culturales» que ya están garantizados?
En 2018, el Consejo de Derechos Humanos aprobó una resolución que reiteraba «el compromiso de los Estados de respetar, proteger e implementar los derechos culturales en el ámbito del patrimonio cultural»
Desde que la pronunció Goebbels siempre se ha utilizado la frase: «Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad». Esto mismo lo llevaba a cabo el siniestro fanático responsable de la propaganda de los nazis. También siempre hemos visto a políticos repetir consignas como si fueran esas mentiras que quieren ser convertidas en verdades a fuerza de repetirlas.
Resolución de Naciones Unidas
El Gobierno actual en general lo hace mucho, por ejemplo con mantras como el cambio climático o la violencia machista, y el ministro de Cultura en particular también. Una de esas consignas que repite Urtasun casi constantemente en su corto período ministerial es que su cartera va a «garantizar los derechos culturales».
«Derechos culturales» es un concepto expresado por Naciones Unidas: «El 6 de octubre 2016, el Consejo de Derechos Humanos aprobó por unanimidad una resolución que exhorta a todos los Estados a que respeten, promuevan y protejan el derecho de toda persona a participar en la vida cultural, incluida la capacidad de acceder al patrimonio cultural y disfrutar de él, y de tomar medidas para conseguir este objetivo».
«Relatora Especial»
Dice también la resolución: «Esta declaración condena la destrucción intencional de los patrimonios culturales, reclama la identificación de las mejores prácticas para su prevención y la concienciación acerca de la relación mutuamente reforzada entre la protección de los patrimonios culturales y los derechos humanos y sobre los riesgos que enfrentan los defensores de los patrimonios culturales».
En 2018, el Consejo de Derechos Humanos aprobó otra resolución que «reitera el compromiso de los Estados de respetar, proteger e implementar los derechos culturales en el ámbito del patrimonio cultural». En todo este asunto manejado por Naciones Unidas, resulta que hay una «Relatora Especial sobre los derechos culturales».
¿Qué derechos hay que garantizar?
Esta «relatora» (la relatora o el relator es esa especie de juez sin independencia inventado por quienes quieren derribar los pilares de la democracia, concretamente uno: el poder judicial) resulta que pidió la organización de un taller de dos días de duración «con la participación de expertos de todas las regiones del mundo, a fin de elaborar instrumentos adecuados para la difusión de un enfoque de la protección, restauración y preservación del patrimonio cultural que promueva el respeto universal de los derechos culturales, y de presentar un informe sobre esto tema por el 46° periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos».
El tema resulta confuso, pero sin embargo no lo es. La jerga de Naciones Unidas, tan común en otros organismos y cada vez más entre los gobernantes es completamente reconocible: la Agenda 2030. Uno lee «relator» y ya se imagina por donde van los tiros. Urtasun repite sin cesar que en 2024 su ministerio va a «garantizar los derechos culturales», lo que en realidad es una frase vacía. No hay «derechos culturales» que garantizar en una democracia moderna y consolidada como la española, pese a todo, pero el Gobierno quiere hacer creer que sí hay que hacerlo.
Decir mentiras y repetirlas
Se trata de inventar injusticias y repetirlas y sobre ellas construirse, que es como decir mentiras y repetirlas y sobre ellas construirse como hicieron los nazis y como se sigue haciendo en el presente en distintos ámbitos. Lo cual resulta siniestro. ¿Qué derechos culturales ha venido a garantizar el señor Urtasun en España en 2024? La cosa es hacer ver que España es un país donde hay una carencia de derechos. Este Gobierno habla mucho en general de garantizar derechos como si no estuvieran perfectamente garantizados, y ha venido el ministro para decirle a los españoles que él va a garantizar los derechos culturales.
Escuchando esto una y otra vez, cualquiera puede recordar qué es lo que pasó después de que la exministra Montero y compañía se pusieran a repetir cada día que habían venido a garantizar los derechos de las mujeres. Obsérvese al final lo que pasó con acosadores y violadores volando de las cárceles. En realidad es fácil, este Gobierno que repite gobernanza, con su presidente al frente, siempre dice cosas que luego resultan ser las contrarias sin solución.
Son como las mentiras que de tanto repetirlas se convierten en verdad. En todos los casos asustan y también en el de Urtasun, como si en realidad hubiera venido no para decirnos que va a garantizar los derechos culturales, sino para decirnos que los va a desproteger, precisamente porque ya están absolutamente garantizados.