Londres transformará en bar de copas los túneles del MI6 que inspiraron las novelas de James Bond
Los túneles se construyeron durante la Segunda Guerra Mundial como refugio antiaéreo, y se utilizaron durante la Guerra Fría como parte de una línea de comunicación secreta con Moscú
Existe en el subsuelo de Londres una intrincada red de túneles de cerca de 8.000 metros cuadrados construidos durante la Segunda Guerra Mundial para proteger a los londinenses de los bombardeos alemanes.
Tras la guerra, la red fue empleada para infraestructura telefónica de los servicios secretos y, posteriormente, como parte de la red de comunicaciones civiles.
Ian Fleming, autor de la saga de novelas de James Bond y antiguo espía británico durante la Segunda Guerra Mundial, conocía los túneles y se inspiró en ellos para varias de sus novelas sobre el agente 007.
En concreto, los túneles sirvieron como modelo para los laboratorios de desarrollo tecnológico de la división Q.
Ahora, parte de esos túneles se abrirán al público transformados en bar de copas, centro de ocio y museo.
El ayuntamiento del distrito londinense de Camden ha dado licencia a la empresa London Tunnels para la explotación de una parte de la red de túneles con fines de ocio y culturales con un presupuesto de 150 millones de libras esterlinas y transformarlos en «una espectacular atracción turística subterránea».
Será esta empresa la que se hará cargo de su explotación a lo largo de las calles High Holborn y Kingsway. En ese sentido, el proyecto incluye una adaptación de la infraestructura subterránea para convertirla en «un punto de encuentro cultural subterráneo único y excepcional».
El proyecto, según los promotores, pretende «conservar la historia del sitio por medio de una línea cronológica y que exponga el equipo de telecomunicaciones conservado y restaurado».
Se incluirán también instalaciones educativas, una sala de exposiciones y un bar de diseño subterráneo.
Además, el proyecto también prevé rendir homenaje a Ian Fleming y a su saga de James Bond, que han contribuido a popularizar la red de túneles, lo que, en última instancia, ha sido el principal incentivo para rehabilitarla y explotarla con fines comerciales.
Según informa el diario The Times, la red se construyó entre 1940 y 1942 con capacidad para 8.000 personas, con el objetivo de que sirviera de refugio durante los bombardeos alemanes.
En la última etapa la guerra, Winston Churchill cedió la infraestructura a la dirección de Operaciones Especiales, que adaptó la red para que sirviera para llevar a cabo sabotajes de la resistencia armada en caso de que los nazis ocuparan el Reino Unido.
En 1981 la infraestructura pasó a British Telecom, que la empleó para servicios de circuitos cerrados de televisión y como almacén.
Finalizada la Guerra Fría, perdió su función como infraestructura de seguridad y en 2008 British Telecom anunció su venta.
Finalmente, será London Tunnels la que se hará cargo de la red para convertirla en un importante centro de ocio y cultura a partir de 2027.