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Momento en el que los operarios eliminan el escudo del edificio del antiguo Palacio de Justicia de Vitoria

Momento en el que los operarios eliminan el escudo del edificio del antiguo Palacio de Justicia de VitoriaEFE

La Ley de Memoria Democrática provoca en España una pérdida patrimonial irreparable

En aplicación de la Ley de Memoria Democrática aprobada por Sánchez se han derribado ya numerosos monumentos en toda España, sobre todo cruces, lo que demuestra el componente antirreligioso de la campaña contra los símbolos del franquismo

Con la aprobación de la Ley de Memoria Democrática en 2022 por parte del gobierno de Sánchez, y ya con su antecesora de tiempos de Zapatero la Ley de Memoria Histórica, la izquierda ha puesto en su objetivo varios monumentos emblemáticos de España tildados de franquistas.

El más emblemático es la basílica y cruz del Valle de los Caídos, pero también el Monumento a los Caídos en Pamplona, el Arco de la Victoria en Madrid, el monumento conmemorativo de la Batalla del Ebro en Tarragona, la Pirámide de los Italianos en Burgos o, también en Burgos, la Columna de Sagardía.

Sin embargo, desmantelar esos monumentos no es tan sencillo como creía la izquierda. De hecho, ni uno solo de ellos ha sido destruido. Los distintos grados de protección de que gozan, o su valor histórico artístico son un obstáculo difícil de sortear por parte de los iconoclastas gobernantes de izquierda y extrema izquierda instalados en el gobierno.

Donde sí han logrado meter la piqueta los partidarios de borrar el pasado histórico inmediato de España es en monumentos de menor tamaño o de valor histórico-artístico más debatible, aunque igualmente testigos de un episodio tan central de nuestra historia que sigue centrando muchas veces los debates políticos en España. Estos son algunos de ellos.

Cruz de las Descalzas de Aguilar de la Frontera

Situada junto al conjunto Histórico Artístico del Monasterio de San José de la localidad cordobesa de Aguilar de la Frontera, la Cruz de los Caídos se alzó junto a la iglesia de las Descalzas en memoria de los fieles católicos que murieron durante la persecución religiosa emprendido por las izquierdas en la Segunda República y la Guerra Civil.

El ayuntamiento gobernado por Izquierda Unida argumentó que la cruz fue instalada por los vencedores de la Guerra Civil como símbolo de su victoria y que su permanencia suponía una humillación para las víctimas del franquismo.

Sin embargo, la Cruz de Aguilar era un símbolo meramente religioso, sin significado político alguno.

Finalmente, la cruz fue derribada en medio de una bronca monumental. Con todo, los vecinos se salieron con la suya al lograr instalar en el mismo lugar en enero de 2024 una cruz en piedra y hierro forjado sin que el alcalde pudiera esgrimir ningún argumento político para eliminar un símbolo religioso de la vía pública.

El escudo del águila de San Juan en Vitoria

Con el argumento del cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática (esta sí se dan prisa en cumplirla, a diferencia de la que obliga a izar la bandera de España en los edificios públicos) la delegación del gobierno en el País Vasco procedió el pasado 18 de septiembre a retirar de la fachada del antiguo palacio de Justicia en Vitoria un escudo con el águila de San Juan de tiempos del régimen franquista.

El escudo era el último que quedaba en las calles de la capital vasca y, según la delegada del gobierno, Marisol Garmendia, era «anticonstitucional y, por tanto, antidemocrático». Que sea el escudo que figura en la primera página de la Constitución Española de 1978, es lo de menos.

Garmendia, violando su obligación de neutralidad política debido a su cargo, aprovechó el acto para cargar contra PP y Vox, a los que denominó «extrema derecha» que «no hacen más que alimentar la división, el odio y la intolerancia».

Cruz de los Caídos de Castellón

También en medio de una monumental bronca, en enero de 2023, el gobierno local de Castellón (una coalición de partidos de izquierda y extrema izquierda formada entre el PSOE, los nacionalistas de Compromís y Podemos) retiró la Cruz de los Caídos situada en el parque de Ribalta.

El ayuntamiento argumentó que la cruz se trataba de un «vestigio franquista» y que su retirada daba cumplimiento a la Ley de Memoria Democrática.

Cruz de Puerto del Pico

La Cruz del Puerto del Pico (Ávila), dedicada a los caídos en la Guerra Civil, era objeto de continuos actos vandálicos, bajo la inacción de las administraciones, por motivos políticos, hasta que una mañana amaneció convertida en un montón de escombros.

El monumento, una bonita cruz sobre un obelisco y un arco, no fue desmantelada por las administraciones públicas bajo el paraguas de ninguna ley. Las causas del derribo siguen siendo objeto de especulaciones: ¿Ha sido un acto de puro odio cristianófobo? ¿Se ha destruido como objeto de la erosión tras años de abandono?

En cualquier caso, su desaparición supone un importante daño patrimonial, ya que constituía un importante vestigio de la Guerra Civil.

Cruz de Neda

La Cruz de los Caídos del ayuntamiento de Neda (La Coruña) terminó víctima de la piqueta el pasado 16 de octubre por ser, según el informe histórico esgrimido por el ayuntamiento, «contraria a la memoria democrática».

En este caso, el derribo contó con el voto a favor de los concejales del Partido Popular. La cruz, situada en los Jardines del Coto, se encontraba en muy mal estado por el abandono al que estaba sometida por parte de las autoridades locales.

El ayuntamiento se felicitó por la eliminación de «un vestigio franquista», aunque lo que realmente eliminaron fue un pedazo de la memoria histórica del pueblo.

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