Un búnker intacto con munición de 1936

El búnker de La Torrecilla se encuentra junto al despoblado de Jócar, en Arbancón (Guadalajara). No esperen toparse con un sendero perfectamente señalizado que les conduzca hasta él; está ahí, en medio de la nada, sobre una colina desde donde se dominan los alrededores y la carretera. Por eso lo construyeron allí, aunque seguramente nunca tuvo demasiada utilidad bélica.

Quizás por eso se halla en un estado de conservación envidiable, porque son muy pocos los que lo conocen. No lo busquen en Google Maps, porque tampoco viene. Ubicado en un cerro, a casi mil metros de altura, sirvió a los soldados para controlar toda esa zona. Además de unas vistas extraordinarias, allí encontré algo sorprendente: munición mexicana de 1936.

Si se animan a intentar encontrarlo, háganlo: sólo está a una hora y media de Madrid y a unos 40 minutos de Guadalajara. Y, si no dan con él, siempre podrán visitar Cogolludo, un monumental pueblo poco conocido, con un arruinado castillo en lo más alto, varias iglesias que merecen una visita (una de ellas permanece calcinada, como quedó en la Guerra Civil), un monasterio reconstruido por un apasionado del mundo del vino y el extraordinario palacio de los Duques de Medinaceli, del que sólo queda prácticamente la bellísima fachada italianizante.

Y los torreznos. No se vayan de Cogolludo sin probarlos en cualquiera de los bares y restaurantes que hay en la plaza Mayor y sus alrededores.