Arte
Jaume Plensa pide silencio a la ciudad de Manhattan
La escultura más grande hasta la fecha del catalán, «El alma del agua», se sitúa a orillas del río Hudson
Es un artista consagrado tanto en nuestro país como en el extranjero. Sus obras se exhiben en Europa, Estados Unidos, Oriente Medio y parte del Sudeste Asiático, además de en lugares remotos como Kazajistán, Armenia, Hawái o Isla Mauricio. Pero la obra más grande –en sentido literal y figurado– de Jaume Plensa acaba de ser instalada en Nueva York.
Para ser exactos, la escultura gigante del artista catalán, nacido en Barcelona en 1955, se encuentra en Nueva Jersey, a orillas del río Hudson y de la bahía que forma al bordear la isla de Manhattan. Precisamente a ella y a sus casi dos millones de habitantes se dirige la nueva «niña» del autor: busca pedirle silencio a la ciudad y al mundo y rendir homenaje al agua, su elemento predilecto.
La escultura, titulada El alma del agua, mide 24 metros de altura y está realizada con resina de poliéster, fibra de vidrio y polvo de mármol. Para trasladarla hasta la bahía de Manhattan hicieron falta 23 contenedores, trasladados en barco desde Barcelona.
En 2015, Jaume Plensa aludía a la importancia del agua, gran parte de su obsesión, en su obra: «El mar es el gran espacio público que podemos compartir de la forma más democrática. El agua no pertenece a nadie, es la antiburguesía. Me fascina porque siempre está en movimiento. Hoy en Nueva York, mañana en Alicante y después en Londres».
«Me parecía muy oportuno hacer una figura con el dedo en sus labios porque creo que estamos en un momento tan ruidoso que no podemos escuchar esta voz profunda del agua que siempre nos está hablando», ha explicado el artista y escultor, cuya obra escultórica puede verse tanto en museos, galerías y exposiciones como en el espacio público.