El milagroso Cristo de Lepanto negro que con goma de borrar y agua volvió a ser blanco
Situada en una de las capillas de la Catedral de Barcelona, siempre se pensó que la escultura de madera fue construida para comandar uno de los barcos que lucharon en la Batalla de Lepanto en 1571
la República de Venecia y el Imperio español, al frente de la Liga Santa, lucharon contra el Imperio Otomano cerca de la costa de Grecia en la famosa batalla naval de Lepanto en 1571. La lucha terminó con victoria para la Liga Santa después de varias horas. El triunfo que detuvo la invasión musulmana de Europa y supuso el inicio de la decadencia de su poderío naval.
El Cristo de Lepanto era el protector de una de las naves, mayormente galeras con las que almirante don Juan de Austria venció a sus enemigos, y diversos milagros se le atribuyen, el más mítico que su curiosa postura ladeada fue por esquivar una bala de cañón, y el menos que su figura se utilizó para tapar el boquete en el casco del barco.
El caso es que el Cristo de Lepanto acabó situado en la Catedral de Barcelona y casi todo el mundo pensaba que su color verdadero era el negro que lucía, como el de la Virgen de Montserrat, pero en realidad solo se trataba de la coloración que había obtenido con el paso del tiempo debido al humo de los cirios encendidos a su pie.
La catedral pidió financiación para su restauración, pero al final parece ser que con simple goma de borrar y agua caliente (y seguro que algo más) se ha conseguido recuperar el color original de la escultura en un nuevo milagro (que además ha revelado que la talla es del s. XIII y no del XVI como se pensaba), esta vez más sencillo.