La policía recupera dos piezas del s. II a. C. que un hombre había incrustado en la fachada de su restaurante
Se trata de dos piezas iberas de placa caliza que el propietario había encontrado en su propiedad entre escombros. Los restos ya han sido trasladados al Museo Arqueológico y Etnológico de Granada
Agentes de la Policía Nacional han recuperado dos piezas arqueológicas del siglo II a.C. incrustadas en la fachada de un restaurante. Las dos piezas íberas de placa caliza ya han sido depositadas en el Museo Arqueológico y Etnológico de Granada. El dueño del establecimiento afirmó que le llamó la atención la representación gráfica de una de las piezas y decidió incrustar ambas en la fachada.
Desconocimiento del dueño
La investigación de los hechos dio comienzo el pasado mes de marzo a raíz de la reseña en una red social sobre venta de antigüedades de un hombre aficionado al arte que afirmaba haber localizado una pieza arqueológica íbera en la pared de un restaurante con propósito puramente ornamental. Él mismo buscó la bibliografía de la pieza y pensó que podría corresponderse con otras similares expuestas en el Museo Arqueológico y Etnológico de Granada.
Los agentes se desplazaron al lugar y comprobaron la existencia de las piezas incrustadas en una de las paredes de acceso al restaurante. Dos, concretamente, una con la representación de un caballo y la otra, de idéntico material, que podría ser un objeto cotidiano parecido a un mortero.
Gracias a esta información se pudo elaborar un informe técnico por parte de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte, de la Delegación Territorial de Granada en el que se detallaba que las piezas pertenecían a un amplio elenco de representaciones de caballos de época íbera procedente de la vega de Granada, zona donde se ubicaban ciudades íbero-romanas. Además, tras las comprobaciones pertinentes, se dedujo que las piezas podrían proceder de un yacimiento cercano al restaurante actualmente protegido y en estudio.
Colaboración del propietario
Según el propietario del establecimiento, adquirió los terrenos en el año 2011 para levantar el mismo y, durante la demolición de una casa vieja y la remoción de tierras, aparecieron ambas piezas que durante mucho tiempo estuvieron apartadas como escombro. En el momento en el que fue informado de su importante valor cultural, el dueño del restaurante mostró colaboración tanto como para su recuperación y depósito como para que las piezas fueran extraídas de la fachada.