Un exempleado despechado hackea el sistema informático del Museo Británico y obliga a cerrarlo
El nuevo golpe a la seguridad del Museo Británico s suma a la noticia de que un empleado robó obras de arte de la colección durante tres décadas
El Museo Británico es uno de los más importantes del mundo. Su sistema de seguridad es equivalente al de las cámaras acorazadas de muchos bancos nacionales, y no es para menos. Custodia muchos de los tesoros culturales y artísticos más importantes de la historia de la humanidad.
Y, sin embargo, un simple exempleado despechado ha demostrado que hasta los gigantes más fuertes tienen su punto débil.
Según informa The Guardian, el Museo Británico sufrió el viernes un inusual ataque informático que obligó a la institución a cerrar sus puertas.
El autor del hackeo fue un exempleado del departamento de tecnología de información del museo, despedido la semana pasada y que, despechado, decidió vengarse con un ataque que inutilizó varios sistemas básicos, incluida la plataforma de venta de entradas.
Para ello, tuvo que desplazarse a las oficinas del mismo museo y acceder a un terminal informático, algo que consiguió sin que nadie le impidiera el paso, lo que desvela un grave fallo de seguridad.
El ataque fue de tal gravedad y complejidad que, pese a que el mismo viernes pudo reabrir sus puertas, el museo permanece a media actividad desde entonces.
Según las declaraciones recogidas por The Guardian de un portavoz del Museo, «un empleado de tecnología de la información que fue despedido la semana pasada invadió el museo y apagó varios de nuestros sistemas. La policía acudió y lo arrestó en el lugar».
Este incidente es un nuevo golpe a la credibilidad del Museo Británico, duramente afectada después de que saliera a la luz que un empleado había robado objetos de la colección permanente durante tres décadas para revenderlas en plataformas de internet, como eBay, sin que ni el museo ni la policía lo detectaran.