'Infocracia': la digitalización y la crisis de la democracia'
Sobre la democracia escribe Byung-Chul Han que la desaparición del otro, «la incapacidad de escuchar» es la causante de la crisis del sistema democrático, dado que el discurso es sustituido «por la creencia y la adhesión»
Siguiendo la estela de sus breves e intensas obras anteriores, el filósofo coreano Byung-Chul Han (Seúl, 1959), afincado en Alemania, entra en la crítica al capitalismo de la vigilancia, concepto popularizado por la socióloga Shoshana Zuboff, con estas palabras: «El factor decisivo para obtener el poder no es ahora la posesión de medios de producción sino el acceso a la información».
Han recoge y proyecta sus ideas anteriores, por ejemplo en la transparencia de las personas en la sociedad del big data. La transparencia es esencial para el régimen de la información, argumentación que ya vimos en su obra anterior, La sociedad de la transparencia.
Nos dice que cuantos más datos generemos, cuanto más intensamente nos comuniquemos, más eficaz será la vigilancia. Expresa su añoranza por las cosas y las letras dado que la comunicación digital favorece más lo visual que lo textual.
Sobre la democracia escribe Han que la desaparición del otro, «la incapacidad de escuchar» es la causante de la crisis del sistema democrático, dado que el discurso es sustituido «por la creencia y la adhesión». Las ideas previas son aplicadas así por Han a los procesos electorales del mundo democrático. Procede de su obra «La expulsión de lo distinto» que Han critica como «el infierno de lo igual».
Acusa a Rousseau, no es el primero, de ser «el primer dataísta» por su nefasta adherencia a la racionalidad estadística, otro conductista que piensa que «el comportamiento de un individuo puede predecirse y controlarse». La moderna hipercomunicación digital es puro ruido que destruye cualquier acción colectiva, la idea ya estaba dibujada en su obra En el enjambre.
Recordemos que Han se doctoró en Friburgo, Alemania, con una tesis sobre Martin Heidegger, el célebre autor de «Ser y tiempo» que se centró en el concepto de Dasein (ser ahí).
Una vez más Han rompe una lanza en defensa de lo narrativo sobre lo numérico. Un libro recomendable, más aún para quienes ya han leído sus obras anteriores que encontrarán reflejadas y desarrolladas para el ámbito político en Infocracia, un libro grande en contenido y escaso en palabras. Decía Baltasar Gracián que «lo bueno, si breve, dos veces bueno», frase que encabezaba las hojas de examen de cuantos hicimos el Bachiller Superior en el Instituto Cervantes allá por los años 70.
taurus / 112 págs.