'La Celestina'por la que Manuel de Falla luchó para sacarla del olvido ilumina el Teatro de la Zarzuela
La ópera 'wagneriana' y española de Felipe Pedrell, que supuso una conmoción entre los compositores nacionales de la época, se representa por primera vez los días 9 y 11 de septiembre en el coliseo madrileño
En 1902 Felipe Pedrell reescribió en prosa La Celestina, de Fernando de Rojas, para adaptar la obra al libreto de una ópera: la obsesión vital del compositor catalán por crear una personalidad propia del género en España a través de su literatura. En 1903 estaba terminada, pero no encontró financiación para representarse. A pesar de esto, supuso una revolución musical, realmente la culminación del anhelo operístico español (el verdadero objetivo de Pedrell) entre los compositores nacionales.
Lo que un fascinado Manuel de Falla no consiguió entonces: sacar del olvido la obra de su maestro, lo hace al fin el Teatro de la Zarzuela de Madrid en el XXI bajo la dirección de Guillermo García Calvo, director musical del coliseo madrileño, quien resalta sus grandes influencias de la ópera alemana, francesa e italiana sin que deje de sentirse la personalidad de Pedrell.
Ópera de culto
Para García Calvo esta Celestina «es una ópera majestuosa». Una ópera de culto para la generación que la vio nacer, insignes alumnos de Pedrell como el mismo De Falla, Albéniz o Granados, y una ópera inédita que se estrena 120 años después de su creación en su versión de concierto los días 9 y 11 de septiembre con un reparto encabezado por Maite Beaumont, como Celestina, Miren Urbieta-Vega en el papel de Melibea y Andeka Gorrotxategi, que interpreta a Calisto.