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Nick Cave durante un concierto

Nick Cave en una imagen de archivoAFP

Todo el mundo habla de Oasis, pero el gran acontecimiento musical de la semana es el nuevo disco de Nick Cave

Wild God, el disco en el que el Nick Cave más espiritual canta a la vida y a la memoria de sus hijos fallecidos

Caminando por Madrid, un muro cerca de la redacción de El Debate acumula decenas de carteles publicitarios pegados unos encima de otros.

Delante de todos ellos, uno brillaba con especial intensidad, plateado, con letras mayúsculas sombreadas sobre fondo en plata: Wild God. El último disco de Nick Cave que acaba de salir.

En una semana donde la actualidad musical ha estado monopolizada por el regreso de Oasis con su gira en julio y agosto de 2025, el regreso de Nick Cave es el verdadero acontecimiento musical de los últimos días.

Cave es como un viejo guerrero medieval, un Quijote que se reviste de antiguas armaduras oxidadas para dar siempre la última batalla del rock n’roll.

Wil God es un disco espiritual, místico, que revela la neceisdad de Cave de encontrar un Dios al que, reconoce, está en proceso de búsqueda fruto de un sentimiento religioso resultado de la desgarradora experiencia de la muerte de sus hijos.

La reacción artística de Cave a la muerte de sus hijos fue Skeleton Tree y Ghosteen. En Skeleton Tree, disco cuyas canciones ya estaban escritas en su mayoría antes de la muerte de Arthur y que modificó tras el accidente, vemos un Nick Cave desgarrado por la pérdida.

En Ghosteen el tema de la relación entre padres e hijos, donde ya se intuye el nuevo Nick Cave que resurgiría tras el duelo.

Que nadie espere encontrar Wild God al Nick Cave de From her to Eternity, Red Right Hand o de ese monumento que es The mercy seat.

En Wild God el desgarro por la pérdida de sus dos hijos continúa, pero el duelo ya da lugar a un recomienzo en el que Cave canta a la vida y llama a valorarla y aprovecharla.

Wild God es el regreso de Nick Cave, para el que sus dos álbumes de estudio anteriores son un paréntesis. Y lo hace de nuevo con sus incombustibles The Bad Seeds con 10 nuevos temas llenos de épica donde destaca una canción sobre las demás, Long Dark Night, junto con otras dos nada desdeñables: Frogs y el tema que da nombre al álbum, Wild God.

Long Dark Night es toda una declaración de intenciones. La canción está inspirada en el poema de San Juan de la Cruz Noche oscura del alma.

Del poema cumbre de la poesía mística española del siglo XVI, Cave dijo que es «uno de los mejores y más poderosos poemas de conversión jamás escritos».

Long Dark Night encandila por la sencillez de su melodía, sus acordes country y su letra misteriosa que remite a San Juan de la Cruz: «Fue una noche larga, una semana, tal vez un año. Tal vez una larga y oscura noche esté cayendo», canta Cave.

El tema es el que mejor refleja del álbum el estado creativo de Nick Cave, una canción que, escuchada inmediatamente después de Wild God –en el álbum tienen seis canciones entre medias– forman un conjunto perfecto, donde se pasa de la poderosa épica del final de la primera, al misticismo religioso de la segunda.

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