La razón por la que Bahamontes cedió a la Catedral de Toledo el maillot con el que ganó el Tour de Francia
Federico Martín Bahamontes, el primer campeón español del Tour de Francia y pionero del deporte de nuestro país, murió este martes a los 95 años de edad.
La historia personal y deportiva de Bahamontes está unida totalmente a la ciudad de Toledo, en la que vivió desde bien pequeño (realmente nació en el pueblo de Santo Domingo-Caudilla), y en la que tuvo multitud de homenajes. Dirigió además la Vuelta Ciclista a Toledo durante 50 años y en la capital toledana le colocaron una escultura que es ya símbolo de la ciudad, lugar habitual de homenaje entre turistas.
Fallecido en Valladolid, donde vivía desde hace algunos años, la capilla ardiente se ha celebrado en la Sala Capitular del Ayuntamiento de Toledo y la misa funeral es este miércoles en la Catedral, donde el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, oficiará la misa. Bahamontes será enterrado en el cementerio municipal de Toledo, de la que es Hijo Adoptivo.
Precisamente a la Catedral donde se celebrará este funeral le cedió Federico Martín Bahamontes la prenda más importante en su carrera deportiva. El maillot amarillo, símbolo de líder en el Tour, terminó en templo principal de Toledo.
El motivo fue el respeto y cariño que tenía el ciclista hacía la Catedral de Toledo, lugar en el que entre otras cosas contrajo matrimonio con Fermina, la mujer de su vida, en 1956, tres años de ganar el Tour.
Tras ganar la ronda gala, Bahamontes decidió ceder esa prenda tan simbólica a la Catedral de Toledo, un lugar para él especial, al que acudía normalmente a rezar cuando volvía a Toledo después de sus competiciones.
«Durante los veinte años como ciclista profesional viajé mucho, y he estado en todos los lados, en Roma con el Papa y en París con De Gaulle, pero siempre que llegaba a casa venía a la Catedral a rezar y a pedirle al Señor que me diera fuerza para seguir compitiendo», comentó Bahamontes en una entrevista a la Revista Catedral de Toledo.
El legendario deportista español siempre reconoció su amor por la Catedral de Toledo, lugar en el que tenía sus primeros recuerdos como niño.