La polémica arbitral azota a la Premier League: un gol anulado por un fuera de juego que no fue
Un gol legal del Liverpool fue anulado por fuera de juego en un partido que acabaron perdiendo 2-1 ante el Tottenham
La Premier League se ha visto sacudida por un nuevo escándalo arbitral. En el partido disputado el pasado sábado entre Tottenham Hotspur y Liverpool, los visitantes vieron cómo se les anuló un gol legal, con el árbitro argumentando un fuera de juego que no existía como tal. La polémica llega con la aplicación del VAR, el sistema de videoarbitraje que, supuestamente, llegó para tapar polémicas como esta.
La jugada tuvo lugar en el minuto 34 de partido con el marcador reflejando un empate a cero en una situación de partido donde el Liverpool ya se encontraba en inferioridad numérica, debido a una roja directa sobre el jugador inglés Curtis Jones, una tarjeta que el Liverpool ha recurrido. El colombiano Luis Díaz se sirvió de una asistencia de Mohamed Salah para batir al portero rival y abrir el marcador, pero el árbitro del encuentro, Simon Hooper, a tenor de su asistente, anuló el gol.
La jugada no quedó aclarada en el directo pues no se mostraron las líneas que aclaraban ese supuesto fuera de juego, y apenas dos minutos después el Tottenham fue quien se adelantó, esta vez con un gol que sí subió al marcador, anotado por el surcoreano Son Heung-Min.
La polémica no acabó ahí, ya que el Liverpool tendría que afrontar una segunda expulsión, en este caso la del ex del Atlético Madrid Diogo Jota, por una doble amarilla siendo la primera de ellas muy debatible. Finalmente, los locales encontrarían la victoria en el minuto 96, merced a un gol en propia puerta de Joël Matip, en un partido que, días después de su finalización, sigue dando que hablar.
A los pocos minutos de acabar el encuentro, mientras Jürgen Klopp en rueda de prensa afirmaba que era «el partido más injusto que había visto en su carrera», el organismo responsable de arbitrar los partidos del fútbol profesional inglés (PGMOL) emitió un comunicado afirmando que se había dado un error humano a la hora de anular el gol de Luis Díaz, que debería haber subido al marcador.
Al parecer, el árbitro del VAR, Darren England, pensó que el gol se había dado por válido, y por eso señaló que la decisión era la correcta, cuando realmente ese gol nunca se dio por válido en primera instancia. El propio England debería haber estado al día siguiente, el domingo, como cuarto árbitro en otro partido de Premier League, el que midió a Nottingham Forest y Brentford, pero la PGMOL decidió suspenderle momentáneamente de sus funciones.
El comunicado del Liverpool respondiendo a los sucesos del partido tampoco se hizo esperar. En el mismo, el Liverpool afirma que no se aplicaron correctamente las leyes del juego, socavando la integridad deportiva. También añade que la aplicación del VAR debería aliviar la presión a la que se ven sometidos los árbitros, no agravarla, y finalizan afirmando que explorarán las distintas opciones disponibles, dada la clara necesidad de escalar y resolver.
Es altamente improbable que el partido se vuelva a jugar desde el momento del error arbitral, algo que reclama buena parte de la afición del Liverpool, pero lo que sí queda claro es que la Premier League debe mejorar en estas situaciones y reducir al mínimo los errores que dañan la integridad de la competición.