Jon Rahm a la Superliga saudí, un movimiento que puede cambiar el golf
Su marcha a la Superliga saudí por una cantidad astronómica sacude al mundo del golf
Jon Rahm medita irse a la Superliga de Arabia Saudí por 525 millones al año
Terremoto en el mundo del golf. El español Jon Rahm dejará el PGA Tour para unirse a la controvertida liga LIV Golf, la conocida como Superliga saudí. Lo hará a cambio del mejor contrato que el LIV Golf ha ofrecido hasta la fecha, una oferta irrechazable en torno a los 525 millones de euros hasta la temporada 2029.
El LIV Golf hizo acto de presencia a mediados de 2022 y, pese a su corto recorrido en el tiempo, ya ha perpetrado una revolución profunda en las raíces de este deporte. Torneos exclusivos, premios con cantidades exageradas y ofertas mareantes han sido la seña de identidad de una competición que quiere romper con el orden conocido y hacerse con los mejores golfistas del circuito.
Esto provocó un profundo conflicto de intereses y de pareceres entre los que apoyaron esta nueva competición y los que se manifestaron profundamente en contra. Mientras algunos como Sergio García, Lee Westwood, Phil Mickelson o Dustin Johnson se unieron a los petrodólares árabes, una leyenda como Tiger Woods prefirió mantenerse fiel a lo que conocía y rechazar la mareante oferta de 700 millones que recibió.
«Nunca he jugado al golf por un tema económico, juego por amor al golf. Siempre he estado interesado en la historia y el legado y eso es lo que tiene el PGA. Mi corazón está con el PGA Tour». Esto son declaraciones de Rahm en el US Open de 2022.
Cambio de prioridades
¿Qué ha pasado, en el transcurso de un año, para que Rahm pase de dar esas declaraciones a su decisión actual?
El golfista nacido en Barrika, Vizcaya, es muy cercano al golfista Phil Mickelson, uno de los primeros reclutados por el LIV. El hermano de Phil, Tim, entrenó a Rahm durante su etapa universitaria.
«Phil respeta mi decisión y yo respeto la suya. Me ha dicho muchas veces que no tengo ningún motivo para irme al LIV», decía Jon Rahm el pasado mes de agosto.
Uno de los posibles puntos que ha provocado este cambio de opinión es lo que el propio Rahm considera una infravaloración de su figura: «Me encantaría estar en esa lista de favoritos a estar más en la tele, pero sé que no lo estoy salvo que pueda ganar un torneo. Es porque no soy americano. Es lo único que puedo decir. No hay otra explicación. Mi trabajo es ganar. Si gano un par de torneos más o algún grande no les quedará más remedio que sacarme. En eso estamos», expresaba el pasado enero.
Si a lo que uno considera falta de reconocimiento se le añade una oferta desorbitada, que muestra económicamente el interés que tienen en ti, el resultado puede resultar en este cambio de prioridades.
Los problemas entre el PGA y el LIV
El formato de competición del LIV consiste en torneos a tres vueltas, con fields de 48 jugadores y sin corte, con clasificación individual y por equipos, que es el motivo por el que el ranking mundial se resiste a incluirlo en su orden. Eso dificulta el acceso de los LIVers a los majors, pero Rahm, con sus victorias en el US Open en 2021 y el Masters este año, tiene exención de por vida en Augusta, en el US Open hasta 2031 y en el PGA y el British para los próximos cuatro años. Es decir, tendría garantizada su presencia en los cuatro grandes al menos hasta 2027.
PGA también está negociando con el LIV para que, aunque se vaya ahí, pueda disputar los majors sin ningún tipo de problema, aplicando esa excepción.
En cuanto a la Ryder Cup, siempre que no renuncie a su afiliación al DP World Tour, el circuito europeo, sería seleccionable. Que el capitán para 2025, que volverá a ser Luke Donald, decida contar con él o no es algo que dependerá de cómo terminen las negociaciones entre ambos circuitos.
¿Qué deparará el futuro?
El fichaje de Rahm por esta Superliga saudí supone un terremoto tan grande en la estructura conocida del golf que va a obligar a cambiar ciertas cosas. Rahm se había convertido en el dique de contención y en una de las caras visibles en la defensa del golf tradicional de los grandes torneos. Ahora, su marcha puede significar la apertura de las compuertas del PGA Tour.
Y es que es posible que la marcha de Rahm inicie un nuevo movimiento en el mundo del golf. Sin él, el organismo estadounidense pierde mucha fuerza en las negociaciones con el LIV, por lo que, todo indica, no les va a quedar otra que llegar a un acuerdo.
Esto abriría la puerta a que, aquellos que se fueron ahí, puedan regresar al cabo de un corto espacio de tiempo como si nada hubiese pasado. Es por ello que no hay que descartar, en ningún caso, que Rahm vuelva a jugar en Estados Unidos.
Un movimiento que ha sacudido toda la estructura del deporte y que les va a obligar a los que mandan a replantearse las cosas y buscar puntos en común para conciliar a todas las partes.