Los jugadores de la selección española celebran tras marcar ante Francia, durante el partido de semifinales de la Eurocopa

España se juega ante Inglaterra el título de la EurocopaEFE

España - Inglaterra: sigue en directo la final de la Eurocopa 2024

El combinado español busca la victoria ante los Three Lions para convertirse en el primer país en ganar cuatro eurocopas

Doce años después España regresa al escenario de privilegio del fútbol europeo. Instalada de nuevo en el elogio por su juego. Derribando barreras como la generación dorada, convertida en inspiración hasta llegar con pleno de triunfos a la soñada final del majestuoso Olímpico de Berlín. El último paso al crecimiento iniciado con la conquista de una Liga de Naciones que ahora cobra sentido. Con la Inglaterra de Jude Bellingham, siempre en el alambre pero finalista, como último escollo en una cita con la historia para ambas selecciones.

La duda que siempre acompañó a Luis de la Fuente desde su llegada se ha enterrado. Es su Eurocopa. El golpe de entrenador para pasar de la sospecha por un pasado sin grandes proyectos en clubes, al elogio por ser la figura perfecta para impulsar al éxito a esos jugadores que ya hizo crecer en la base de la selección española. Reforzados por la herencia de Luis Enrique, que inició una transición, y por la irrupción de un futbolista que ha roto todos los esquemas, Lamine Yamal.

Un torneo que será recordado por el cambio de estilo. Por un momento, evolución. A estas alturas, una nueva forma de entender el fútbol. «Faltaba más pegada y saber transitar hacia un juego más rápido», aseguró De la Fuente a EFE. Ha sabido trasladar la evolución del fútbol a la selección. Romper con máximo respeto a lo que impulsó el estilo bautizado como 'tiqui-taca'. Eliminando el doloroso recuerdo de la última decepción. El día en que peor se interpretó, ante Marruecos en octavos de final del último Mundial, un estilo que careció de pegada.

España ha recuperado la ilusión con una selección en la que apenas se creía. Aterrizó en la competición sin sentarse en la mesa de las favoritas. Elogiada por el bloque, pero desmerecida por la falta de grandes referentes. Apenas Rodri como el jefe de máquinas y Dani Carvajal desde un lateral. Sin una estrella ofensiva deslumbrante. A la final llega instalada en otra realidad. El triunfo de un grupo unido en el esfuerzo pero con futbolistas que han dado el paso al frente hacia el estrellato.

La Eurocopa tumbando récords para el recuerdo eterno de Lamine Yamal, convirtiéndose aún con 16 años en el más joven de todo lo posible en la competición. Autor de un tanto descomunal en semifinales a Francia para provocar la reacción, la segunda remontada en unas eliminatorias en las que España volvió a competir como en su etapa dorada. Situando su nombre a la altura de las leyendas que escribieron la historia más bonita del fútbol: Pelé, Maradona, Messi. Con lo que eso implica pero alejado de la presión cada vez que juega. Un niño en partidos de mayores con un descaro insólito.

Pero también el torneo de Nico Williams exhibiendo su potencial. Los dos futbolistas de una España de extremos que cambió su identidad. El salto de Fabián Ruiz como perfecto escudero de Rodri. El de Dani Olmo para ser el referente ofensivo. Primer jugador español que marcó en octavos, cuartos y semifinales. En su mano ser Bota de oro de la Eurocopa, empatado con tres tantos con Harry Kane.

Con el 2008 en el espejo. Con la exigencia que representa asemejarse a aquella generación única que pasó a la historia del fútbol junto a selecciones que la marcaron en grandes torneos. La que eliminó los miedos del pasado, cualquier barrera insuperable para España, primero en una Eurocopa y después en el Mundial. Lo ha repetido en 2024 con nuevos desafíos.

A falta de coronarse en Berlín volvió a ganar doce años después una eliminatoria sin necesidad de prórroga ni penaltis. Destrozó el reto del anfitrión, al que nunca había superado, claudicando Alemania con el vuelo eterno de Mikel Merino en el 119. Y superó a la Francia de Mbappé con dos goles de bella factura en 4 minutos a un equipo que no había recibido ninguno en acción de juego en todo el campeonato. Inglaterra representa el último. Un rival al que nunca ganó en dos precedentes en la Eurocopa.

Cada logro, desde el primer paso anulando el factor competitivo de Croacia (3-0), con exhibición futbolística pese al corto resultado con Italia (1-0), cumpliendo la segunda unidad ante Albania (1-0), remontando sobrado de personalidad a Georgia en octavos (4-1). Enamorando con su nuevo estilo. Posesiones más cortas, fútbol más directo. Desafiante en las alas, valiente en la presión. Superando a cada rival con personalidad. La primera selección que gana sus seis partidos hasta la final. Con un MVP diferente cada partido. Triunfo coral. En un crecimiento continuo para dar forma a una hazaña. Tumbar a todos los campeones del mundo en su camino hasta el reto final: Inglaterra.

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