El director de El Debate, Bieito Rubido

El director de El Debate, Bieito RubidoMiguel Pérez Sánchez

Bieito Rubido lamenta la «mezquindad» de quienes politizan el fútbol en España

El director de El Debate se ha mostrado tajante contra quienes han tratado de instrumentalizar políticamente el origen inmigrante de varios jugadores de la selección española de fútbol tras ganar la Eurocopa

La inmensa mayoría de los españoles estamos disfrutando y celebrando la victoria de la selección española de fútbol el pasado domingo en Berlín. No cabe duda que es una magnífica noticia que alegra el ánimo de la comunidad y que viene a evidenciar que España es un gran país porque el deporte, como otras muchas manifestaciones, son la demostración o el reflejo de lo que es una sociedad concreta, como en este caso la española.

No cabe duda que España en los últimos cincuenta años ha mejorado de forma espectacular sus resultados. Somos el país de una larga tradición futbolística que además, desde muy pronto, supimos acoger el talento extranjero. No nos olvidemos que en España jugaron personas como Ladislao Kubala, que era húngaro, o Alfredo Di Stéfano, que era argentino, sin olvidar a Puskas, que también era húngaro.

Hay una larguísima lista de grandes futbolistas que ayudaron a que el fútbol en España fuese muy notable en el conjunto internacional. Pero la selección española ahora tiene además el reflejo de lo que es la sociedad moderna y actual del 2024. Y, efectivamente, hay dos muchachos nacidos en España, -uno en Pamplona y otro en Esplugues de Llobregat-, que tienen padres inmigrantes.

Pero creo que no hay que instrumentalizar políticamente este hecho. Aquí ya hubo un campeón del mundo del peso pluma; José Legrá, que era cubano. También tuvimos al «rey del bolero» en este país, que era Antonio Machín, otro cubano. Como ya he dicho, no había que instrumentalizar políticamente estas cuestiones y quienes lo hacen, lo único que demuestran es su mezquindad.

Lo cierto es que España es un país moderno, donde la sanidad y la atención a la infancia y a la juventud es de los mejores del mundo. Y, probablemente, -como consecuencia de todo ello-, hoy tenemos uno de los mejores resultados en casi todos los campos en el fútbol, en el tenis, en la vela y en otras muchas cuestiones, como podremos comprobar muy pronto en los Juegos Olímpicos de París.

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