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Carlos Sainz y Charles Leclerc antes del Gran Premio de China

Carlos Sainz y Charles Leclerc antes del Gran Premio de ChinaEFE

Tensión en Ferrari: Sainz y Leclerc pasan de las buenas palabras a la lucha sin cuartel en la pista

Cuando los motores no están en marcha, la relación entre los dos hombres de Ferrari parece ser excelente. Carlos Sainz y Charles Leclerc muestran un estupendo feeling fuera de la pista y solo hace falta darse una vuelta por las redes sociales de su escudería para encontrar infinidad de vídeos en los que intercambian risas, bromas y buena sintonía.

Sin embargo, no hay nadie dentro de la Fórmula 1 que no sepa que el primer rival de cada piloto es su compañero de equipo. Siguiendo esa máxima, español y monegasco han protagonizado escenas en las que lucir los mismos colores no ha sido óbice para arriesgar al límite. En esas batallas, los directores de la marca han tendido a beneficiar más al '16' que al '55', un hecho que se corrobora con la decisión de dejar a Sainz sin volante para la próxima temporada.

Llegamos en este contexto a un campeonato en el que el madrileño debe darlo todo para conseguir el mejor contrato posible para la próxima campaña. Después de quedar por detrás de su vecino de garaje los dos últimos años, Sainz busca reivindicarse. Después de cinco carreras la clasificación muestra una diferencia de siete puntos a favor del monegasco, pero hay que tener en cuenta la apendicitis que dejó al español sin poder competir en Arabia Saudí.

Llegábamos al Gran Premio de China con un Sainz en estado de gracia, con la espectacular victoria en Australia y los podios de Baréin y Japón. Tres de tres y siempre por delante de Leclerc. Al «Principito», sobrenombre con el que se le conoce en el paddock, no le quedó más remedio que reconocer la superioridad de su compañero nada más llegar a Shanghái: «Está haciendo mejor trabajo», confirmaba.

Leclerc cambia el tono

Pero menos de 36 horas después las palabras eran bien distintas. Entre unas declaraciones y otras, un fin de semana con dos carreras consecutivas en las que ambos pilotos se encontraron en la pista. El sábado, en el formato al sprint, Sainz y Leclerc lucharon por la cuarta posición en las vueltas finales. El de Madrid ya se las había visto anteriormente con Fernando Alonso y en esa pugna había perdido la posición con su compañero.

Superado por el monegasco, el hombre que busca asiento para 2025 no dudó en presionar a su compañero no mucho más de lo que tuvo que 'sufrir' en el Gran Premio de Italia del año pasado. No pudo pasar y ,además, tuvo que escuchar como su coequipier se quejaba de su actitud: «Está peleando más conmigo que con los otros», se lamentaba por radio. Al terminar la prueba, más de lo mismo: «Ha sido muy agresivo, superó el límite».

Como el fin de semana en Shanghái tenía segunda parte, el domingo volvieron a cruzarse los caminos de Sainz y Leclerc. El madrileño salvó su monoplaza de milagro durante la segunda manga de clasificación, pero no pudo situarse por delante de su compañero. Uno saldría sexto y el otro séptimo.

Así, la arranca era el lugar ideal para ponerse por delante y evitar la posibilidad de que las órdenes de equipo favorecieran al del Principado. Carlos lo intentó por fuera, pero se encontró con un obstáculo difícil de superar. Charles optó por alargar la trazada más de lo natural, previa mirada al retrovisor, y obligaba al otro Ferrari a salirse del circuito para evitar la colisión.

Tan preocupado estaba Leclerc de tapar a Sainz que se olvidó de que compite contra otros 19 pilotos. El resultado de la acción: dos puestos perdidos por uno y otro en los primeros compases de la prueba. Al finalizar la carrera, con el monegasco cuarto y el español quinto, este último no ha dudado en 'pasar la factura' a su vecino de garaje: «Lo que hemos hecho en la salida nos ha costado dos posiciones y eso nos ha costado mucho en carrera», concluía.

Tendrán mucho que hablar en las oficinas del cavallino rampante de aquí al próximo 5 de mayo, fecha en la que de disputa el Gran Premio de Miami. Tendrán que hilar filo Frédéric Vasseur y los suyos si quieren dejar claro los roles en el seno de una escudería en la que, año tras año, aseguraban no tener una jerarquía clara entre sus dos pilotos. En 2024, con uno de ellos a las puertas del paro, sostener la ambición de uno y otro parece aún más complicado.

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