Sainz aprovecha la guerra sucia entre Verstappen y Norris para firmar un meritorio tercer puesto

Max Verstappen parecía invencible en el Red Bull Ring. Con la de hoy todo apuntaba a que iba a ser su quinta victoria en el circuito de su escudería, pero un final loco de carrera con una guerra sucia entre Norris y Versteppen echó al primero de ellos de la pista y privó de la victoria al neerlandés. Palo duro para el vigente campeón después del claro dominio todo el fin de semana.

Da igual que ya no tenga el mejor coche (o al menos ya no hay tanta diferencia) que el neerlandés sigue dominando con puño de hierro cada vez que llega a Spielberg. Sin embargo, esta vez los errores de su equipo y alguno suyo le condenaron a un quinto puesto que no le sabe a nada y que terminó con Russell como ganador, Piastri segundo y Sainz tercero. Tres pilotos que no estaban en ninguna quiniela para hacer el podio.

La carrera comenzó como terminó, accidentada. Un choque entre Leclerc y Piastri obligó al primero de ellos a parar en la primera vuelta para cambiar el alerón y los neumáticos. Dijo adiós desde el minuto uno a la carrera el monegasco (salía sexto) mientras que Verstappen ya le había metido un segundo a Norris para sacarlo de la zona de DRS.

Iba en cohete Max Verstappen durante la primera parte de la carrera, con más de cinco segundos de diferencia y dejando la sensación de que no iba a haber carrera. Nada de eso pasó aunque esa fuese la tónica durante la mayoría de la carrera. Verstappen líder y Norris tratando de no perder la comba aunque cada vez iba perdiendo más y más segundos respecto al líder de la carrera.

Últimas 20 vueltas

Todo cambió a 20 vueltas de que acabara la carrera, tras el último paso por boxes. La estrategia de Verstappen de calzar un neumático medio usado, sumado al fallo de un pistón en esa parada que duró más de seis segundos acercó a Norris a él, que le copió la estratega al neerlandés y estuvo cerca de salirle muy bien. De hecho, de no ser por la agresividad del vigente campeón, lo lógico es que hubiese ganado el británico, que terminó abandonando tras salir malparado de la batalla.

Fue una lucha preciosa, pero no fue limpia y terminó con sanciones para ambos y los dos coches dañados. Verstappen recibió una sanción de 10 segundos y pinchó una rueda –aunque pudo continuar la carrera– mientras que el piloto de McLaren pinchó rueda, se quedó sin suelo y sin alerón y tuvo que abandonar, por lo que le dio lo mismo la sanción de cinco segundo que le impuso la FIA.

Todo esto benefició claramente a Verstappen, que es más líder del mundial a pesar de no llevarse la victoria. También salieron beneficiados de esta lucha Russell, Piastri y Sainz. Ninguno de ellos estuvo cerca de cabeza de carrera, pero, en palabras del ganador, «no tiramos la toalla» y tuvieron un merecido premio. Estas cosas pasan en F1.

Por su parte Carlos Sainz se vuelve a subir al podio y se confirma como el piloto de Ferrari más en forma. No era un circuito fácil para los del Cavallino Rampante y el madrileño ha cumplido con nota. Su futuro sigue en el aire, aunque seguro que muchos equipos quieren contar con sus filas con un piloto que es un seguro.

Sigue la pesadilla de Alonso

Del que nada se supo es de Fernando Alonso. Quedó en la posición 18 y su Aston Martin sigue compitiendo por ser el peor coche de la parrilla. Inimaginable hace justo un año, pero es la nueva realidad y toca trabajar para cambiar las cosas. Al menos se llevó la vuelta rápida del día, aunque de nada le sirve, ya que al estar fuera de los puntos no se lleva el punto extra que da conseguir esta vuelta.