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Carlos Sainz, durante el GP de Bélgica

Carlos Sainz, durante el GP de BélgicaEFE

Carlos Sainz se juega a todo o nada su futuro en la Fórmula 1

Las cosas se pusieron muy complicadas para Carlos Sainz antes de comenzar la temporada de Fórmula 1. En una decisión que sorprendió a propios y extraños, Ferrari optó por anunciar con un año de antelación el fichaje del veterano Lewis Hamilton y la salida del madrileño del equipo.

El español, encorajinado, protagonizó un magnífico comienzo de Mundial, con victoria en Australia incluida. Sin embargo, los meses iban pasando, las escuderías confirmaban a sus pilotos para la próxima campaña, las opciones se iban reduciendo y el rendimiento de Sainz evidenciaba un ligero bajón. Finalmente, y después de rumores que lo han llevado a prácticamente todos los garajes del paddock, Williams será el equipo del madrileño para 2025 y, como mínimo, 2026.

Es difícil no ver en esta decisión un paso atrás en la carrera de Carlos Sainz. Su fichaje por Ferrari en 2021 volvía a poner a un español en una escudería puntera de la F1 y con el monoplaza del cavallino rampante ha conseguido sumar tres victorias en los últimos tres años, marcados por el dominio incontestable de Red Bull. La igualdad con su compañero Charles Leclerc ha sido máxima y solo la mala suerte y la negligencia de la FIA en Las Vegas le impidió superarle en la clasificación de la pasada temporada.

Ahora todo apunta a que el español tendrá que competir en otra zona de la parrilla y, si las cosas no cambian, conseguir algunos puntos ya será todo un éxito. Williams ha sido una de las peores escuderías en los últimos tiempos y de no ser por el buen hacer de Alex Albon las cosas serían aún peor. Para colmo, una de las marcas más históricas de la Fórmula 1 no pasa por su mejor momento económico y hace apenas unos meses su jefe de rendimiento reconocía problemas presupuestarios que afectaban a la evolución del monoplaza.

Una apuesta arriesgada

En la parrilla de 2025 quedan todavía algunos volantes libres. El más codiciado es el del Mercedes que deja Lewis Hamilton y está por ver si Red Bull termina despidiendo a Sergio Pérez a pesar de haberlo renovado hace solo unas semanas. En Alpine buscan compañero para Pierre Gasly y también están por confirmar pilotos en Sauber y RB, otros dos equipos que pelean en la parte trasera del grupo.

Sainz ha sonado para Mercedes, Red Bull y hace solo unos días se daba por hecho su fichaje por Alpine de la mano de Flavio Briatore. También se barajó la posibilidad de estrenar el Audi que formará parte de la parrilla en 2026. Finalmente, el español apuesta por Williams y lo fía todo a dos circunstancias concretas: su motor Mercedes y el cambio de reglamento que entrará en vigor en ese año 2026.

Esa es la gran baza del madrileño, contar con unos componentes de primer nivel y que, como ya se está viendo este 2024, están consiguiendo cerrar la brecha con Red Bull. Además, está previsto que los cambios de dentro de dos años reseteen la competición y siempre pueden producirse sorpresas. El propio Sainz ha reconocido en sus primeras declaraciones tras confirmarse su fichaje que el objetivo es «volver a llevar al equipo al frente de la parrilla».

Pese a todo, el salto de calidad que tienen que dar en Williams es mayúsculo y el otro piloto español en la F1 puede dar fe de que mantenerlo en el tiempo es complicado. En 2023 Aston Martin pasó de luchar por los puntos a hacerlo por los podios. Fernando Alonso consiguió volver a los puestos de honor y solo el dominio de Verstappen le privó de cotas mayores. Sin embargo, la escudería británica fue perdiendo fuelle y este 2024, aunque siguen un pasito por delante, han vuelto a estar lejos de los grandes equipos.

El enemigo, en casa

El asiento que ocupará Carlos Sainz en 2025 ha pertenecido a Logan Sargeant los últimos dos años. El estadounidense llegó al gran circo al tiempo que la F1 se expandía por el país de las barras y estrellas. Sin embargo, su rendimiento ha sido mediocre: en 2023 solo consiguió un punto en todo el Mundial y este 2024 todavía no ha puntuado, siendo la undécima plaza de Silverstone su mejor posición.

En paralelo a su decepcionante papel, el mundo de la Fórmula 1 sigue con atención la evolución de Alex Albon, el que será compañero del madrileño a partir del próximo campeonato. Con un monoplaza muy poco competitivo, el tailandés ha protagonizado actuaciones más que meritorias y no es raro ver como se cuela en algunas Q3 por delante de escuderías mucho más potentes.

En igualdad de condiciones, Albon será un hueso duro de roer para Carlos Sainz. Teniendo en cuanta que en 2025 hay pocas posibilidades de encontrar objetivos más elevados, superar a su vecino de garaje debería ser la principal preocupación del triple ganador de gran premio. En un Mundial en el que cada asiento está más que disputado y en el que no hay margen para el error, perder esa batalla podría suponer, en el medio plazo, el final de su carrera. Si las cosas salen bien, el madrileño se ha reservado una cláusula que le permitiría salir de Williams en 2026. Queda por ver si este paso atrás se queda en eso o se convierte en impulso para un gran salto.

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