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50 trabajadores perdieron la vida en 2020 y algo más de 500 resultaron gravemente heridos

50 trabajadores perdieron la vida en 2020 y algo más de 500 resultaron gravemente heridosAFP

Mundial de Qatar 2022

El coste humano del Mundial de Qatar: duras condiciones, explotación e inseguridad laboral

Cuando queda menos de un año para su comienzo, Qatar está bajo la lupa del mundo por las pésimas condiciones laborales que padecen algunos de sus trabajadores inmigrantes

El 2 de diciembre de 2010 Qatar salió vencedora sobre las candidaturas de Australia, Corea del Sur, Estados Unidos y Japón para organizar el campeonato de fútbol. Tras gastarse casi 200.000 millones de dólares para preparar el evento futbolístico que se celebra cada cuatro años, el pequeño país de Oriente Medio ha superado con creces los presupuestos de los últimos Mundiales: la Copa del Mundo de Brasil en 2014 tuvo un coste de unos 13.600 millones de dólares, mientras que Rusia triplicó el gasto para irse a los 30.000 millones en la organización del torneo futbolístico.

Durante esta década el Gobierno de Qatar ha sido duramente criticado por organizaciones internacionales y países occidentales por las condiciones impuestas, durante estos años, a los inmigrantes que trabajan en los preparativos del Mundial.

Desde 2010 en Qatar han fallecido más de 6.000 trabajadores inmigrantes de India, Pakistán, Nepal, Bangladesh y Sri Lanka, muchos de ellos en la construcción de los estadios de fútbol, la infraestructura para comunicar Doha con todos los estadios por carretera y tren, además de transporte público y los alojamientos para la cita mundialista, según un estudio elaborado por The Guardian en base a fuentes gubernamentales. Según la última actualización del informe «Detrás de la pasión», publicado en mayo de este año por la Fundación para la Democracia Internacional, una media de 12 vidas por semana desde 2010.

Qatar lo niega

Mientras los dirigentes qataríes y los responsables del evento, aseguran que en estos años se han mejorado, considerablemente, las condiciones de todos los trabajadores en materia de salud, seguridad, sueldos y estancia, la organización Amnistía Internacional lleva desde 2015 diciendo que han sido escasas, pese a las promesas de cambio.

Desde marzo de 2018, AI ha intentado encontrar a más de 2.000 personas empleadas por Hamton International, Hamad bin Khaled bin Hamad (HKH) y United Cleaning (empresas de construcción y limpieza) después de que dejaran de pagarles sus salarios durante varios meses, tras el cese de sus operaciones y poner fin a sus contratos.

Trabajadores del estadio Lusail en Doha en 2019

Trabajadores del estadio Lusail en Doha en 2019EFE

Según el periódico inglés The Guardian, en Qatar, el 69 % de las muertes de inmigrantes indios, nepaleses y bengalíes son clasificadas como naturales por las autoridades del país. Esta tasa sería más elevada si hubiera datos de Filipinas y algunos países africanos. Se calcula que un total de dos millones de inmigrantes fueron a trabajar a Qatar, en las distintas obras de construcción del Mundial.

Para el comité organizador sólo 37 de los 6.500 trabajadores habrían muerto en las obras de los estadios del Mundial. 

Estadio Al-Bayt en Al-Khoren la Copa de Arabia en el partido inaugural entre Qatar y Bahrain

Estadio Al-Bayt en Al-Khoren la Copa de Arabia en el partido inaugural entre Qatar y BahrainAFP

Explotación

Estos trabajadores extranjeros son tratados como mano de obra barata, no pueden cambiar de trabajo, no pueden salir del país y suelen tener que esperar meses para cobrar sus salarios. Han sido contratados por contratistas o intermediarios sin escrúpulos, que les obligan a pagar elevadas comisiones: desde 500 a 4.300 dólares.

Duras condiciones

Normalmente, los trabajadores soportan condiciones de hacinamiento y de falta de higiene y seguridad en sus alojamientos. En el trabajo soportan las altas temperaturas junto a prolongadas jornadas de trabajo casi de sol a sol. La mayoría que decide hablar, coinciden en que a su llegada a Qatar, lo primero que les pidieron fue el pasaporte y cuando cobraron el primer sueldo (de media 220 dólares), comprobaron que no se parecía a lo acordado en su país de origen (generalmente les habían prometido el doble). 

Si a eso le suman la deuda contraída con las empresas, todos ellos están atrapados, de hecho, algunos trabajadores, denunciaba Amnistía Internacional y The Guardian, no podían salir del estadio, del campamento o piso donde residen.

Reformas laborales desde 2019

Qatar anunció en 2019 reformas laborales, tras la aparición de diversos artículos periodísticos y las críticas que arreciaban por todos los confines del planeta. La principal fue la kafala, un sistema que prohibía a los trabajadores inmigrantes cambiar de trabajo o salir del país sin un permiso de su empleador, lo que dejaba sin escapatoria a los trabajadores. La organización Migrant-rights.org, dice que la nueva ley aprobada a finales de 2020 solamente ha sido utilizada por 200.000 trabajadores

Trabajadores en el estadio Lusail de Doha bajo el sol

Trabajadores en el estadio Lusail de Doha bajo el solEFE

Qatar muestra el lujo, no la miseria

La otra medida fue implantar el suelo mínimo: 1.000 riales al mes, más la comida y el alojamiento.

Las organizaciones de defensa de los derechos humanos se quejaron de que la FIFA y el resto de organizaciones, como la OIT, llegaron tarde puesto que la mayoría de los ocho estadios de la Copa del Mundo y de las infraestructuras conexas ya estaban terminados para finales de 2020, justo antes de entrar en vigor la nueva reglamentación.

Blatter dijo que fue un error

El expresidente de la FIFA, Josep Blatter, consideró que la atribución a Qatar del Mundial de 2022 «fue un gran error» y consideró que el expresidente francés Nicolas Sarkozy fue quien intervino para que el emirato lograra esa competición, según expreso en Le Monde. El suizo considera que Sarkozy convenció al entonces presidente de la UEFA, Michel Platini, para que apoyara a Qatar y no a Estados Unidos, como habían acordado hasta ese momento.

La pandemia de covid-19

A todo esto, se unió desde el año 2020 la pandemia sanitaria provocada por el coronavirus, donde todos estos trabajadores inmigrantes desempeñaban su labor a marchas forzadas y donde fueron obligados a continuar con la tarea encomendada, viendo mermadas, aún más, sus condiciones.

Tarde llegó la UEFA, cuando en mayo de este año creó el grupo de trabajo para conocer mejor los temas relacionados con los derechos humanos en Qatar hasta el Mundial. Tras esto, han realizado reuniones, sesiones e informes junto a miembros de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera (ICM), el Comité Nacional de Derechos Humanos (CNDH), el Comité Supremo para la Entrega y el Legado, la Federación Catarí y también dialogar con los trabajadores del pequeño emirato.

Vista general de uno de los vestuarios para los jugadores en el nuevo estadio Al Bayt en Al Khor

Vista general de uno de los vestuarios para los jugadores en el nuevo estadio Al Bayt en Al KhorEFE

Periodistas retenidos

A finales de noviembre de este año, el periodista Halvor Ekeland y el fotógrafo Lokman Ghorbani fueron detenidos frente a su hotel en Doha antes de su vuelo de regreso a Noruega. Tres días después fueron puestos en libertad y partieron de Qatar el mismo día llegando a Oslo. Todo su equipo y material periodístico fue confiscado. Estaban investigando sobre este tema.

La última polémica

Esta semana Nasser Al-Khater, presidente del comité organizador de la Copa del Mundo 2022 pidió que no haya muestras de afecto en público y asegura que Qatar 2022 respetará a las personas LGTBI y al resto. Al-Khater confirmó que «la homosexualidad no está permitida» en el emirato.

El dirigente qatarí quiso remarcar que todos los aficionados al fútbol y los turistas que asistan al evento deportivo estarán seguros, dejando al margen su cultura u orientación sexual: «Vendrán a Qatar como aficionados y asistentes a un torneo de fútbol y podrán hacer lo que haría cualquier otro ser humano».

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