Bale y Hazard, del ostracismo a la resignación
Los dos fichajes más caros de la historia del Real Madrid, y los que más cobran de la plantilla actual, coinciden en querer terminar sus contratos en Chamartín, cada uno a su manera, a pesar de su escaso protagonismo
El escaso protagonismo de Bale ya es una cuestión atávica en el Real Madrid. El jugador que llegó al Bernabéu con aires de un nuevo Cristiano y durante años continuó dando esa sensación con goles, preponderancia y jugadas para la historia blanca, un día, poco a poco, comenzó a languidecer, quizá impulsado en ese desánimo por las lesiones recurrentes, sus lentas recuperaciones y sus rápidas recaídas, y ayudado por un carácter que otro día, en lugar de luchar, decidió reírse.
Si la carrera del galés en el Real Madrid fue una flemática desesperanza, la del belga un día se truncó de golpe
Si la carrera del galés en el Real Madrid fue una flemática desesperanza, atenuada por esporádicos episodios de nostalgia, la del belga un día se truncó de golpe (del golpe de Meunier), casi sin posibilidad de restauración. Lo de Hazard ha sido lo de Bale a cámara rápida. Tan rápida que la parte de los goles, las grandes jugadas y los títulos no se ha podido ver.
Tan rápida que a pesar de que Bale lleva casi una década vestido (y desvestido) de blanco y el de La Louviere apenas tres años, ambos se encuentran en una encrucijada similar, con la diferencia de que el contrato del primero expira en cuatro meses, y el del segundo dentro de dos años que al parecer está dispuesto a cumplir. No se conocen ofertas por ninguno de los dos: una ausencia lógica en dos futbolistas caros e improductivos.
Un jubilado millonario
Bale hace tiempo que empezó a dejar pasar el tiempo mientras observa pasar molestia tras molestia sentado en el banco. O incluso en el sofá de su casa. Es como si, cansado de rebelarse contra la naturaleza de su propio cuerpo, hubiera decidido salirse de él para contemplarlo pasar con una sonrisa sardónica, mientras mata los días con la selección de Gales, como con la vieja pandilla del colegio, y con el golf, como un millonario jubilado.
Cuentan que Hazard está haciendo un esfuerzo inédito de preparación que no está obteniendo ningún resultado a ojos de Ancelotti
En el caso de Hazard, esa historia pareja que ha corrido más hacia su prematuro final que la antigua promesa del Tottenham, cuentan que está haciendo un esfuerzo inédito de preparación, incluidos entrenamientos de pesas personalizados, que no están obteniendo ningún resultado a ojos de Ancelotti. Al parecer, Hazard y su familia se han acomodado a su vida en Madrid y no entra en sus planes un próximo cambio de domicilio, una decisión que complica una salida para la que además no existen destinos.
Quizá el único, el destino de cada uno de ellos, el de la resignación tras un desafortunado ostracismo que no se esperaba, que no se podía prever, frente al que los protagonistas se sublevaron al principio, y puede que más allá, pero que al final les ha vencido.