Los 17 años en los que el Barça pagó al número dos de los árbitros mientras despegaba en el fútbol español

Cuando el escándalo en el FC Barcelona surgió –el pago de 1,4 millones de euros al vicepresidente de los árbitros desde 2016 a 2018– el presidente entonces de la entidad azulgrana, Josep María Bartomeu, reconoció los pagos (por informes y recomendaciones arbitrales, defendió) y vino a señalar que a él no le miraran, que él lo que hizo fue heredar esa práctica. Se hacía desde 2003, dijo el que fue máximo responsable de un equipo bajo la duda.

La Fiscalía de Barcelona investiga el tramo de 2016 a 2018, tiempo en el que el Barça además ganó dos Ligas (de tres), todas las Copas del Rey que se disputaron y con un saldo de penaltis y expulsiones a favor jamás visto en la historia de la Liga. Pero hubo más. Según la investigación de la Fiscalía desde 2001 se hacían ya pagos en la entidad azulgrana a Enríquez Negreira, ya vicepresidente de los árbitros (lo era desde 1994), a través de una de sus empresas, DASNIL 95 SL.

Esta era una sociedad que nació en 1995 para dedicarse al comercio mayorista de alimentos, que cinco años después pasó a ser de servicios de publicidad y que acabó recibiendo dinero del Barcelona porque les hiciera primero informes técnicos referidos a jugadores de categorías inferiores y después de asesoramiento arbitral.

Bartomeu, que llegó al poder en 2014, reconoció que bajo su etapa siguieron los pagos y que cesaron en esta partida económica (unos 500.000 euros al año de media) por «recorte de gastos». Se da la casualidad que justo terminan la relación con Negreira cuando este finaliza su etapa en el Comité de Árbitros porque le echan de allí el nuevo equipo impulsado por Luis Rubiales en la Federación. Pero no solo fue Bartomeu: también bajo la presidencia de Sandro Rosell (2010-2014) se hacían esos pagos. Y en la primera etapa de Joan Laporta (2003-2010).

De la crisis a la gloria

Así, los pagos se realizaron durante casi dos décadas y bajo cuatro juntas directivas diferentes, porque Hacienda investiga que esta relación con el vicepresidente de los árbitros se inició en 2001, con Joan Gaspart de presidente. Hay pago por valor de siete millones de euros desde esa fecha, año que en el ámbito futbolístico no es una cualquiera. Y es que el Barcelona vivía una grave crisis social y deportiva después del golpe que supuso el fichaje de Luis Figo por el Real Madrid. En ese 2001 (y en el inicio de 2002) el Barça incluso llegó a coquetear con el descenso y hasta 2005 no ganó ni un solo título.

Es indudable que si el Barcelona pasa de ser un equipo perdedor a inicios de siglo para acabar ganando todo unos años después hay que ir primero a las figuras históricas de Ronaldinho, el que saca a los culés del pozo, y Messi, quien mete en otra dimensión –la mejor de su historia– al club azulgrana.

Cronología

La cronología de hechos es la siguiente: el Barça está en una crisis histórica, inician la relación comercial con Enríquez Negreira (primero como scouting de categorías inferiores), llega Laporta a la presidencia del Barça, él rompe la disciplina de voto de los equipos de la liga y apoya a Ángel María Villar para la reelección como presidente de la Federación y el Barcelona sale del pozo y empieza la etapa más gloriosa de su historia. En los últimos años de Villar en la RFEF y Sánchez Arminio y Enríquez Negreira en el Comité de Árbitros el Barça le da 1,4 millones de euros a este último y se producen los datos más inauditos en la historia de la Liga en penaltis y expulsiones a favor de un equipo.

De este escándalo siguen muchas dudas en el aire. Son 17 años consecutivos pagando por diferentes servicios al número dos de los árbitros. Y casualmente son los años en los que al Barcelona le fue mejor en España de toda la historia: ganó nueve ligas en esos 17 años. Es decir, en ese tiempo en el que se hacían los pagos consiguió el 35% de todas las ligas. El 35% de las ligas ganadas en 17 años y el 65% en 75 años.

Por supuesto también ganó en Europa (2005, 2009, 2011 y 2015), tuvo generaciones de equipos de mucho nivel, pero a mucho menor ritmo que en España, contrario a lo que le pasó al Madrid, que mientras lograba la excelencia en la Champions en LaLiga tenía muchos problemas para destacar.

«Es absolutamente falso y absurdo pensar que compramos a ningún árbitro», dice Bartomeu. Nadie lo puede afirmar mientras no se demuestre. Pero, ¿por qué pagaba el Barça millones de euros al vicepresidente de los árbitros? ¿Por informes verbales de cómo se comportaba un colegiado? Esa excusa no convence a nadie y más en una época ya en la que cualquier aficionado sabe perfectamente cómo es un árbitro y cómo se comporta en el terreno de juego.

La cronología es la que es. Existe un cambio en la historia culé cuando Joan Laporta entra en el Barça y apoyan a Ángel María Villar como presidente. Enríquez Negreira, con Sánchez Arminio como líder, era fijo en el organigrama arbitral bajo el dominio de Villar en la RFEF. En aquellos momentos el Barcelona ya pagaba al número dos arbitral. El caso está en manos de la Fiscalía. La Federación y el CTA ya han dicho que si llega a juicio ellos se personarán. La RFEF ha abierto expediente al club catalán. El caso es muy grave.