La historia de Kim Min-Jae: de jugar en China a ser uno de los mejores centrales del mundo con el Nápoles

Kim Min-Jae (Tongyeong, Corea del Sur, 1996) se ha convertido en uno de los mejores centrales de la actualidad. La histórica temporada que está viviendo el Nápoles no se debe únicamente a los goles de Victor Osimhen o al juego desplegado por 'Kvaradona'. La robustez defensiva desplegada por el conjunto de Luciano Spalletti se debe en gran medida a su nuevo 'kaiser'.

El surcoreano llegaba en el pasado verano con la difícil tarea de hacer olvidar a Kalidou Koulibaly, quien ponía rumbo al Chelsea tras ocho temporadas, dejando huérfana a la zaga napolitana.

Un hueco que ni un año después ha sido cubierto con auténtica solvencia por Kim Min-Jae, que forma parte de la defensa menos goleada de la Serie A –16 goles en 27 jornadas–.

El PSG llama a la puerta

A sus 26 años el surcoreano está en el mejor momento de su carrera, lo que le podría abrir las puertas de equipos como el PSG, que se estaría planteando lanzarse a por el central en el próximo mercado veraniego.

Lo que está claro es que el surcoreano será una de las gangas del próximo mercado, con una cláusula que oscila en torno a los 50 millones de euros. Precio realmente asumible para el PSG que quiere poner la guinda a su línea defensiva tras la previsible llegada de Milan Skriniar desde Milán.

De la liga surcoreana al cielo napolitano

Sería el colofón para un futbolista que no siempre ha acaparado los focos del panorama futbolístico mundial. De hecho, no fue hasta el Mundial de Qatar cuando el central comenzó a hacerse un nombre tras ayudar a su selección a llegar a los octavos de final del campeonato.

De padre yudoka y de madre atleta, su físico y su gran altura –1,90 m– le abrió las puertas de uno de los mejores institutos de Corea del Sur: el Swon Technical High School. Allí también se formó otro histórico jugador, Park Ji-sung, que militó en el Manchester United entre 2005 y 2012.

A sus 20 años, Kim Min-Jae acabó fichando por el Jeonbuk Hyundai Motors, uno de los equipos más importantes de la primera división surcoreana. En su temporada de debut, fue elegido el mejor jugador joven de toda la liga.

Un gran año que le abrió las puertas del gigante asiático. Kim Min-Jae hizo las maletas y puso rumbo al Beijing Guoan a pesar de tener ofertas más importantes –algunas de ellas de Europa–. Allí coincidió con futbolistas de la talla de Cédric Bakambu o Jonathan Viera.

El surcoreano militó tres temporadas en el club chino, con más luces que sombras y sin terminar de explotar el potencial que hemos visto en los últimos meses.

Todo cambió en el verano de 2021. El Fenerbahçe turco llamó a su puerta y Kim no se lo pensó, ya que podía ser el último tren para triunfar en Europa. Allí, el surcoreano comenzó a crecer, convirtiéndose en el mejor central del campeonato, atrayendo las miradas de decenas de clubes.

Sin embargo, fue el conjunto napolitano quien aprovechó la oportunidad y acabó llevándose al central por 18 millones de euros. Cifra que fue duramente criticada por parte de la afición.

Críticas que nueve meses después han pasado al olvido. El surcoreano es actualmente el líder de la zaga. Sus grandes actuaciones han ayudado a que el Nápoles sea el segundo equipo menos goleado de las cinco grandes ligas esta temporada, sólo por detrás del FC Barcelona –nueve goles en contra–.

Un espectacular físico unido a una gran salida del balón han convertido a Kim Min-Jae en uno de los centrales de moda en Europa y en uno de los grandes artífices del 'Scudetto' que podría ganar el Nápoles en pocas semanas.