El Real Madrid hace autocrítica tras la debacle en Liga: esto es lo que ha fallado y así se corregirá

El electrocardiograma interno de la plantilla del Real Madrid es claro, blanco, nítido. No hay un descenso del nivel técnico y menos del físico. Pintus ha puesto a la plantilla al cien por cien desde el mes de febrero y el rendimiento biológico es soberbio. Por eso mismo molestan más las derrotas de Gerona y San Sebastián.

El análisis de la dirección deportiva madridista subraya que los jugadores se han desconectado en ambos partidos ligueros porque han pensado más en la final de Copa y en la semifinal de la Champions. No ha gustado a Carlo Ancelotti este desprecio al campeonato liguero de sus pupilos, porque estas derrotas suponen una pléyade de críticas contra el equipo que no ayudan al ambiente interno para atacar las tres grandes finales que llegan ahora.

Un sector del madridismo y del propio club están enfadados por no haber metido la pierna en esas dos salidas. Está claro que una victoria en la Copa y especialmente en la Champions taparía todo, pero no es fácil ganar siempre en Europa y el estigma de la dejadez demostrada en algunos partidos de Liga han perjudicado a la imagen de Ancelotti.

Esto tiene enojado al entrenador y también a un ámbito del club, molesto porque el italiano haya permitido que sus hombres le pongan a los pies de los caballos. Por eso se habla de una mala gestión del preparador en esta fase de la temporada. Demasiado condescendiente. Ancelotti echa broncas después de los partidos cuando es necesario, pero quizá ha sido demasiado bueno en esta ocasión.

Los jugadores lo saben

Los futbolistas saben que con su conservadurismo para no jugarse la pierna han provocado tres derrotas, dos a domicilio y una en casa frente al Villarreal, que hoy tendrían al Real Madrid a cinco puntos del título de haber ganado las tres veces. En su foro interno saben que le han fallado al italiano, que hoy se encuentra la diana y con la presión de tener que ganar una final de Copa y una eliminatoria como única salida de futuro.

Remontar

Ha dicho Ancelotti con razón que esta derrota de San Sebastián y la anterior en Montilivi no son el mejor ambiente previo para atacar la Copa y la Champions. Sus hombres lo asumen y esperan dar del do de pecho frente al Osasuna y tener fuerzas para repetir la afrenta ante el City de Guardiola. Se la juegan en 72 horas.

Es cierto históricamente que el Real Madrid rinde más cuando se encuentra con el agua al cuello, al borde del abismo. Eso espera el italiano ante una final copera y una eliminatoria europea muy extrañas. No es una sensación bonita, porque el Real Madrid es favorito en la Copa y el Osasuna no tiene nada que perder. Y en la competición continental cualquier derrota, aunque sea por la mínima o en los penaltis, pasará una dura factura al entrenador italiano, pues se le recordará que sus pupilos han tirado la Liga y la Copa no será suficiente margen para aprobar el año.

El dilema de esta diatriba es que un sector del club y de la dirección deportiva achaca a Carlo Ancelotti no haber sabido sacar a los jugadores necesarios para afrontar estos partidos ligueros con actitud. El análisis interno señala que el responsable futbolístico del Real Madrid tenía que haber presumido el conservadurismo de varios de sus titulares en estos encuentros y haber alineado a suplentes fijos y a castillistas que se comerían el mundo por jugar en el Real Madrid.

Examen final: estamos bien

Los futbolistas subrayan que están físicamente perfectos y que atacarán los dos retos como siempre lo han hecho. Han realizado una cruda autocrítica el día después y esa es su respuesta. De todos modos, el entrenador ha criticado a sus futbolistas por la desconexión y la falta de actitud en algunos momentos.

También él hace esa autocrítica que se le achaca y es que podría haber alineado como titulares a hombres que no son habituales y que tenían ganas de jugar, como Lucas Vázquez, Odriozola, Vallejo, Álvaro Rodríguez, Arribas, Fede Marín, Nico Paz, Doctor o Peter. Todos ellos se podían haber relevado en una alineación que sólo constara con siete titulares del primer plantel, que es la obligación reglamentaria de la Liga.

Nos lo jugamos a todo o nada

La charla entre el cuerpo técnico y la plantilla ha sido profunda. Hay que decir dos cosas bien claras que han quedado patentes en el diálogo. Primero, el Real Madrid físicamente está perfecto, confirmado por Pintus y por los propios futbolistas ante el cuerpo técnico. No existe descenso de nivel físico. El funcionamiento del grupo en febrero, marzo y abril ha sido excelente tanto en la Copa de Europa como en la Copa del Rey. No hay problema de cansancio o agotamiento.

Al revés, es el equipo mejor preparado en este capítulo. Por eso duelen más las derrotas. Y segundo asunto, el nivel técnico es óptimo. El resultado del examen interno es que ha sido la falta de actitud, de compromiso y el miedo a la lesión la que ha provocado tres derrotas de muy mal gusto groseras las dos a domicilio.

La reflexión interna es que en el fútbol profesional de hoy hay una cosa muy definida: si no juegas al cien por cien cualquier equipo te puede ganar y si además es un once como el de la Real Sociedad, cuarto en la Liga y que ocupa puesto de Champions, pues la entrega debe ser aún mayor si cabe.

Defender el escudo

Todo esto lo tiene claro Ancelotti y lo tienen claro los jugadores. Por ello se les critica, porque el Real Madrid siempre tiene que dar una buena imagen y ese es el problema. Una buena parte de los seguidores no están contentos, pues consideran que no se ha defendido el escudo al máximo. Ancelotti ha quedado tocado por estas tres derrotas, porque dan la imagen de no haber sabido manejar bien la plantilla y eso es un soniquete en su contra que le duele.

Jugadores: mea culpa

Los futbolistas asumen que han dejado al entrenador colgado y ahora tienen que responder en las tres grandes finales que atacan en dos semanas. Serán ellos los culpables si no responden y no lo tienen nada fácil. Han puesto a Ancelotti a los pies de los bisontes y ahora son los futbolistas los que tienen que salvar a Ancelotti del desfiladero.

El entrenador no se esperaba esto y ahora toca reaccionar. Sin embargo, estas críticas le pueden venir bien al equipo, porque los golpes de Gerona y de San Sebastián van a despertar mentalmente a los futbolistas, escocidos por las críticas.

Es verdad que el arbitraje en Gerona fue perjudicial, con una carnicería sobre Vinicius no castigada, salvo con la tarjeta de rigor al brasileño. Es verdad que el arbitraje en San Sebastián también fue perjudicial al expulsar a Carvajal por dos acciones que no merecían tarjeta. Pero las dos imágenes de brazos caídos impidieron justificar las derrotas solamente en los colegiados. Y en la casa blanca no gusta la imagen victimista.

Nos gusta el abismo

El plantel se ha concentrado para responder y reaccionar. Es clásica la mejoría general del Real Madrid cuando es más criticado. Al borde del abismo es cuando siempre ha reaccionado. Esta vez lo tiene aún más difícil, el más difícil todavía, porque se enfrenta al equipo favorito de la Champions, el Manchester City, mientras que el duelo frente a Osasuna es muy complicado porque el conjunto blanco es el favorito y si pierde los palos serán enormes.

En el casillero favorable del equipo español en Europa destaca que vencer en un cuarto milagro al City de Guardiola, después de eliminarle el año pasado junto al Chelsea y el PSG, se antoja excesiva agua milagrosa, pero esto solo lo puede hacer el Real Madrid.

El barcelonismo lo admite

Hasta el barcelonista más recalcitrante lo reconoce. Solo el Real Madrid es capaz de hacer realidad humana todos estos milagros balompedicos que desmontan la verdad científica y hacen crecer la fe.

Muchos recuerdan cuando el Real Madrid estaba tirado en la Liga de 1998, a 17 puntos de Barcelona, y ganó la Champions, la Séptima con el gol de Mijatovic, 32 años después de la famosa Copa de Europa de Pirri y compañía. Ahora estamos en una situación parecida. El Real Madrid ha tirado la Liga y eso no gusta ni en el palco ni en el cuerpo técnico. Se puede perder, pero nunca guardar las piernas como se ha visto en Gerona y en San Sebastián.

Los jugadores han recibido la bronca constructiva y deportiva que se merecían y ahora deben demostrar que esa forma de ser prácticos guardando fuerzas para los tres grandes partidos da resultado a la hora de la verdad.

Prácticos

Ya pueden responder en la Copa y en la Copa de Europa, porque el seguidor blanco subraya que si su equipo hubiera ganado en Montilivi, en San Sebastián y en el Bernabéu al Villarreal hoy estaría a cinco puntos del título liguero. Y el coeficiente particular de goles con el Barcelona favorece al Real Madrid.

Salvemos al soldado Carlo

Con todas estas circunstancias lo único cierto es que Ancelotti ha quedado tocado y sabe que tiene que ganar a Osasuna, por ser favorito, mientras que ante el City debe esperar una contestación futbolística de sus hombres que supere el enorme favoritismo de Guardiola. Lo mejor para el club blanco en la Champions es que le consideran David frente a Goliat, encarnado por Haaland.

Los jugadores madridistas reconocen que no han ayudado al entrenador en este último mes liguero y esperan responder con su entrega total en los tres grandes encuentros que definirán la temporada y el futuro de algunos en la empresa. Pero únicamente el Real Madrid es capaz de romper un pronóstico, por muy claro que parezca.

Los futbolistas de la casa blanca saben que tienen que romper los pronósticos y romper los crucigramas que señalan a Carlo Ancelotti. Se acabó guardar las piernas. Hay que lucirlas en mayo, el mes que concentra el 95 por ciento de los títulos del Real Madrid en su historia. Santo y seña: Salvemos al soldado Ancelotti.