Montse Tomé siente que seguirá en la selección: el presidente del CSD la llamó para darle su apoyo

Montse Tomé no siente que las jugadoras a las que entrena en la selección española femenina quieran echarla. «Nunca sentí que las jugadoras solicitaran mi destitución», ha dicho desde Córdoba, primera ciudad española en la que juega el equipo campeón del mundo.

Tomé, que hace una semana daba una convocatoria incendiaria con 20 jugadoras que no querían ir, se siente reforzada con el paso de los días. La victoria ante Suecia también ayuda y además otra cosa que ha desvelado en rueda de prensa: el Gobierno, en la figura de Víctor Francos (presidente del Consejo Superior de Deportes, CSD), la llamó para transmitirles su apoyo.

«Es una llamada que agradezco», ha dicho Tomé sobre la conversación que tuvo con Francos, en la práctica el cargo político del Gobierno más alto en lo que a competencias deportivas se refiere. El presidente del CSD se puso del lado de las jugadoras en su conflicto con la Federación y si bien Tomé como tal pertenece a la RFEF, Francos tuvo ese detalle con la seleccionadora para hacerle ver que también la arropan.

Así, el también secretario de estado para el Deporte –que fue quien medió en la larga reunión de madrugada en Valencia– llamó a Tomé para transmitir su apoyo. Así lo ha confirmado la seleccionadora tras adelantar la noticia RTVE. «Las palabras de Víctor Francos (en conversación privada) lo agradezco, yo tenía confianza, pero quizá me dieron un impulso que en momentos así se necesitan», ha reconocido la entrenadora.

Este mensaje del Gobierno, que poco puede decidir en el banquillo de la selección pero que sí entró de lleno en el conflicto, abre también una opción para que la paz sea más duradera. Las jugadoras aceptaron quedarse en esta concentración (que termina el martes con el partido ante Suiza en Córdoba) con varias condiciones. Varias eran la destitución de altos cargos de la Federación. Ya han caído dos: Andreu Campos, secretario general, y Miguel García Caba, responsable del área de Integridad.

En esos despidos exigidos no estaba Montse Tomé, aunque la relación entre las jugadoras y la entrenadora era muy tensa al considerar las futbolistas que las había traicionado llamándolas para una convocatoria a la que no querían ir. Ha tenido que dirigir a futbolistas con las que se hablaba muy poco. Y prácticamente estaba sentenciada una vez acabara esta concentración. Pero ahora se abre una nueva incógnita.

Principalmente porque las jugadoras, en boca de Alexia Putellas, su mayor representante, repite que ellas no deciden quien las entrena. ¿Cómo quedaría Alexia si ahora de repente se echa a Tomé? Y segundo porque para que haya una paz real ambas partes tienen que ceder y no se puede poner como condición despedir a la entrenadora. El mensaje del Gobierno de apoyo a Tomé ayuda a su continuidad. «Noto la confianza», dice la entrenadora.

«Quizás no logré transmitir lo que sentía, pero desde el primer momento me sentí fuerte y con confianza», ha explicado también en la rueda de prensa en Córdoba, en la que ha dicho que «todo lo que pasó no nos hacía felices, todo lo contrario, nos hacía sufrir»

Tomé ha reconocido que durante los primeros días de la concentración «sí que notaba una sensación de algo raro que se tenía que solucionar», algo que cree estar ya cerrado: «Hemos logrado hablar, mirarnos, ser sinceras y dar un paso hacia delante». Con estas palabras, Tomé da por hecho que seguirá. Queda saber si las jugadoras piensan igual.