El Real Madrid lo tiene claro: no hay mejor entrenador que Ancelotti
Es la opinión del club, que planifica su renovación; el italiano se ha adaptado a los cambios que pide la entidad, que exige la entrada en el once de la potencia joven que el fútbol de hoy requiere
Carlo seguirá en la casa blanca si llega esa oferta, dejando en barbecho una propuesta millonaria del Manchester United y otra de la selección brasileña
Se juntan el hambre y las ganas de comer, un matrimonio casi perfecto, de guante blanco. Coinciden en su ambición de ganar, su elegancia, su buen gusto por el fútbol, su eficacia y su discreción. No hay mejor equipo en el mundo para un entrenador que el Real Madrid. Ancelotti firma las palabras de Mourinho. Y actualmente no hay mejor entrenador para el Real Madrid que Ancelotti. Es el pensamiento del club sobre su técnico actual, que se va a convertir en el segundo más importante de la historia de la entidad, solo superado por el mito de Miguel Muñoz, que se mantuvo tres lustros en el cargo.
El club madrileño planifica su continuidad por uno o dos años más y el italiano renovará si la institución más laureada del planeta le presenta la propuesta.
Carlo Ancelotti ha tomado el testigo de Zinedine Zidane para saber torear en la plaza más complicada del mundo, el Bernabéu. El italiano calma a la prensa cuando viene caliente, templa a la afición cuando llega encrespada y solventa las crisis con la dialéctica de la tranquilidad.
Es un arte frenar los ímpetus de unos y de otros cuando los resultados no salen y el italiano lo hace en todas las situaciones, pues si el Real Madrid marcha bien lo consigue a pesar de los arbitrajes, un enemigo que trasciende a los rivales.
Carlo se ha ganado la consideración de la entidad y de la plantilla por su gestión de los egos en el vestuario.
Echa las broncas en privado
Ancelotti es el jefe deportivo idóneo para el Real Madrid porque guarda los códigos de la experiencia al más alto nivel. Muchos aficionados nos preguntan cómo es en el trato corto, si echa broncas. En efecto, sí, echa broncas después de los partidos cuando las cosas no se hacen bien. Pero los trapos sucios se lavan en la cocina blanca. Nunca sale a acusar públicamente a los jugadores si lo han hecho mal. Y cuando habla ante la prensa de cosas internas, como la desconcentración defensiva que cuesta goles nada más comenzar los partidos, lo hace porque ya se lo ha dicho a sus pupilos en diversas ocasiones y la historia se repite.
No es fácil responder ante los medios de comunicación, inmerso el Real Madrid en batallas con los árbitros, con Ceferin, con la UEFA, con Tebas, con la Liga e incluso con la Federación en determinados momentos. Pero Carletto lo hace con elegancia, sin acritud. El grado de tensión ya lo aplica la entidad en otros lares, en su televisión, en sus comunicados oficiales o en declaraciones públicas de Florentino Pérez. El propio Carlo señala que criticaría más duramente a los árbitros después de cada partido, pero sería sancionado sin estar en el banquillo y reflexiona que no sabe si al club que le paga le gustaría que él no se sentará cada semana en el banquillo.
Hacer un equipo del siglo XXI
El capítulo fundamental de su valoración es su adaptación al fútbol moderno. El Real Madrid le expuso cuando se ofreció a regresar a la casa que únicamente volvería al cargo más cotizado del mundo del balompié si realizaba la revolución que necesitaba el equipo.
La dirección deportiva explicó que debía realizar el cambio para dar entrada en el esquema a Valverde, Camavinga, Vinicius, Rodrygo y Tchouaméni. Había descontento con Zidane por devolver a la suplencia a Valverde y por obligar a Vinicius a no subir la banda y a jugar parado, en corto, mientras era Mendy quien penetraba hasta la línea de fondo. En la cúpula de la entidad se consideraba que no explotar las virtudes de Vinicius, su velocidad y su regate, era dispararse en un pie.
Zizou no continuó, criticado por sus decisiones, y dio paso a las conversaciones con Carlo. El italiano cumplió los requisitos de inyectar energía al equipo, como él mismo dice, y Camavinga, Valverde. Vinicius y Rodrygo se convirtieron en titulares. En la primera campaña del retorno a casa no cumplió la promesa con Tchouaméni, que solo fue titular en la primera parte de la temporada. En el presente curso ya es fijo en el once, aunque la plaga de lesiones ha impedido que toda esa fuerza bruta joven coincida en las alineaciones.
Carlo Ancelotti y su hijo Davide han entendido el proyecto de futuro del Real Madrid. La dirección deportiva contrata futbolistas de calidad muy jóvenes y planifica una idea moderna del fútbol que basa su punto de partida en la potencia, la velocidad y la resistencia, rematada con la clase de los jugadores.
Ganó 14 Champions por adaptarse
El club de las 14 Champions siempre supo cómo ganarlas y la clave fue anticiparse a los cambios del fútbol. Florentino Pérez sabía muy bien lo que debía y venía a hacer cuando regresó al cargo hace catorce años. El fútbol del futuro cada vez sería más físico y al lado de José Ángel Sánchez, Juni Calafat y otros consejeros planificó las premisas de actuación de esa filosofía. Militao, Camavinga, Tchouaméni, Rodrygo, Vinicius, Brahim, Fran García, Guler, Lunin, Nico Paz, Gonzalo, Endrick y Bellingham son las banderas de una política que ha producido cinco victorias en la Copa de Europa en las últimas diez ediciones.
Carlo y Davide se han subido a este tren. Los técnicos veteranos, como señala el Txingurri Valverde en primera persona, han tardado en asumir que las cinco sustituciones te permiten dar un vuelco al equipo en los segundos tiempos. Ancelotti tardó en aprovechar al máximo esta concesión. Su hijo Davide siempre le pedía hacer los cambios antes. Rodrygo y Camavinga revolucionaron la decimocuarta Champions entrando pronto en las segundas partes, por ejemplo. Ahora Carlo explota mejor esta opción que permite inyectar una sexta marcha física en la última media hora.
Es el fútbol de hoy. Y Ancelotti lo ha asimilado. Por eso es el preparador idóneo para el Real Madrid. Renovará si la propuesta del club se hace realidad.
El United le tantea con dinero
Carlo se quedará en el Real Madrid si la casa se lo ofrece. Y rechazará una propuesta multimillonaria del Manchester United, un histórico repleto de dinero estadounidense y hundido en la miseria deportiva desde que Alex Ferguson se retiró para desgracia de sus aficionados.
La proposición de Brasil es antigua. Es una tentación dirigir a la cinco veces campeona del mundo, donde estaría con Vinicius, Rodrygo, Militao y Endrick, aunque la selección amarelha sufre problemas importantes en la defensa y el centro del campo. Continuará en el Real Madrid si Florentino Pérez le presenta la renovación. No hay nada superior al Real Madrid.