La cláusula escondida en el contrato de Nico Williams que desestabiliza el futuro de la estrella del Athletic
Su gran actuación en la final de Copa vuelve a encender debates sobre su futuro, con los grandes de Europa al acecho
Emoción en Lezama al ver llegar al Athletic con la Copa del Rey
Fue el héroe de la final de la Copa del Rey. Quizás la foto se la pudieron llevar otros: Iñaki Williams u Óscar De Marcos por el simbolismo, Sancet por el gol o incluso Agirrezabala por la parada en la tanda de penaltis, pero el héroe, la estrella, fue Nico Williams.
Empezó algo desacertado, sin saber impactar en el marcador sus buenas maneras sobre el césped, pero fue apenas un espejismo. De menos a más, mostrándose inmune al error, Nico giró la final e inclinó la balanza hacia el lado vasco. Dio la asistencia del empate, generó varias oportunidades claras y obligó al Mallorca a sobresfuerzos constantes para contenerle, incluso con su entrenador, Javier Aguirre, cambiando del 5-3-2 inicial a un 5-4-1 con el que se protegía más ante Nico incluso a costa de amenazar mucho menos tras robo.
Athletic Club 1-1 Mallorca (2-4 en penaltis)
El Athletic vuela alto en La Cartuja y conquista la Copa del Rey 40 años después
Cuando Dani Rodríguez adelantó al conjunto bermellón, los aires de la tragedia empezaron a sobrevolar el fondo de la afición del Athletic. Otra vez, debieron pensar. Otra final perdida. Los jugadores rojiblancos empezaron a entrar en ese cortocircuito propio de quien sabe que la historia le está volviendo a negar la gloria. Necesitaban una esperanza. Y esa fue Nico Williams.
El Athletic ha perdido muchas finales de Copa del Rey en los últimos años. El aura derrotista que acompañaba al equipo era innegable. La mente en partidos así es una tortura y todos esos jugadores que ya se habían visto en las mismas, en las derrotas en finales, empezaron a sentir como las piernas les temblaban cuando el Mallorca se adelantó. Pero Nico no. Nico no jugó ninguna de esas finales perdidas. Su mente estaba despejada, fresca y tan limpia como puede estar la de alguien que no ha conocido el fracaso. Así que inclinó la final a su favor, regaló el empate y fue el mejor jugador del partido.
El contrato de Nico
El pasado mes de diciembre, en medio de rumores sobre una posible marcha de Nico Williams (la llamada de la Premier está ahí para cualquier jugador que destaca), el internacional por España renovó su vinculación con el conjunto vasco. Lo hizo hasta 2027, pero con una cláusula de rescisión escondida que no se desveló. El presidente del club, Jon Uriarte, fue preguntado por ello y respondió: «La pregunta del millón de dólares. Eso no significa que la cláusula sea de un millón de dólares, pero como política de club tenemos no compartir la cláusula. Es una política que ya estaba antes de que nosotros entráramos y que se ha mantenido por decisión del equipo de comunicación, la cual nos parece muy acertada».
A pesar de este secretismo en las altas esferas del club, varias filtraciones apuntan que la cláusula que permitiría salir a Nico del club está en torno a los 50 millones de euros. Una cifra considerablemente baja teniendo en cuenta las cantidades que se pagan hoy en día y la calidad que atesora el extremo del Athletic. Después de la Copa, en mitad de la euforia, el pequeño de los Williams declaró ante los micrófonos que «Me quedan muchos años en el Athletic. No me quiero ir de aquí».
A Nico en Bilbao se le ve muy contento y feliz, y ahora que el equipo jugará competición europea la próxima temporada y que parecen más competitivos que nunca hay pocas razones para abandonar el barco. Sin embargo, y si esa cláusula es cierta, el interés global en él será una realidad este verano. Nico no solo tiene fútbol para jugar en un club de la aristocracia europea, también ha demostrado tener la cabeza.