El Bernabéu se sobrepone a la inacción del Gobierno y acogerá la final del Mundial 2030

La coherencia se ha impuesto a la política. La lógica se ha impuesto a las miserias partidistas. La excelencia, por una vez y sin que sirva de precedente, ha vencido al populismo surrealista que nos rodea. La FIFA ha elegido al estadio Santiago Bernabéu como sede de la final del Mundial 2030. No será oficial hasta dentro de unos meses, pero Gianni Infantino no tiene un pelo de tonto y quiere que el gran partido de la mejor competición del mundo tenga lugar en el mejor coliseo deportivo del mundo.

Gianni Infantino y Florentino Pérez han hablado de esta designación desde hace tiempo y tanto la FIFA como el club español tenían claro que la final debía jugarse en el moderno centro multiusos que el Real Madrid ha construido en Chamartín. Eran las incoherencias políticas españolas las únicas que ponían en duda esa elección.

España no ha defendido al Bernabéu

Gianni Infantino conoce muy bien España y sabe de las incongruencias que sufrimos los españoles. Para el máximo dirigente de la FIFA el Bernabéu era intocable. Comentaba, con razón, que es la única vez en su vida que ve cómo un presidente de Gobierno no presiona para que una final de un Mundial se dispute en su país.

Sánchez nunca defendió la candidatura del Bernabéu porque gobierna gracias a la veintena de votos de los partidos catalanes, que le exigieron que no defendiera el coliseo del Real Madrid como lugar de la final. Le pidieron que apoyara la propuesta del Camp Nou o, en su defecto, la candidatura de Marruecos que han representado Mohamed VI y el francés Macron.

Mohamed VI y Macron, el presidente francés derrotado en su país hace unos días, querían que la final tuviera sitio en un estadio sin construir, El Mansouria, que debe levantarse próximo a Casablanca y que tendrá capacidad para 115.000 espectadores. Será, si se hace, un campo normal. Ni El Mansouria ni el Camp Nou tienen comparación con el nuevo Bernabéu, que posee un techo retráctil, un marcador único de 360 grados y un WiFi monumental.

El quid de la cuestión es que El Debate ha publicado esta inacción gubernamental española desde el mes de marzo y el Gobierno español contestó que era el Real Madrid el que debería defender su opción como sede del gran partido. Por supuesto que la entidad madridista había trabajado ya diplomáticamente en este sentido, pero la FIFA concede una Copa del Mundo a países y los elegidos eran España, Portugal y Marruecos. Nuestro Gobierno nunca defendió una final en Madrid. Han sido la FIFA y la labor diplomática del club más laureado del planeta las dos fuentes que han alcanzado el pacto.

Flecos pendientes

Florentino Pérez y Gianni Infantino mantienen una buena relación desde hace décadas y ahora deben negociar el acuerdo entre FIFA y Real Madrid, pues el máximo organismo futbolístico del orbe quiere monopolizar el Bernabéu en los tres meses previos a la final del Mundial 2030.

La casa blanca desea que se le permita organizar conciertos y eventos en ese tiempo, pues un monopolio total de la FIFA generaría un enorme quebranto económico al club madrileño. Habrá una entente en este capítulo. El Bernabéu tendrá la final.

No es oficial: aún se eligen sedes

El lector debe saber que la designación democrática del Bernabéu como sede del gran partido no puede ser oficial todavía, pues hasta el 31 de julio se están eligiendo aún las sedes de esa Copa del Mundo que organizarán España, Portugal y Marruecos. España, de facto, ha pedido incluso tener trece sedes de partidos, incluyendo a Vigo y Valencia en la lista. Pero todo el mundo sabe que el Bernabéu recibirá el encargo de presentar la gran final. Se decidirá oficialmente en unos meses.

Portugal y Marruecos saben muy bien que el estadio del Real Madrid obtendrá el protagonismo de la gran final y lo saben tan bien que han pedido a la FIFA más partidos de las rondas previas. España ha ganado a pesar de su Gobierno.