El Madrid y la FIFA quieren la final del Mundial en el Bernabéu, pero el Gobierno no defiende su candidatura

A pesar de la inacción política del Gobierno español, que nunca ha defendido la candidatura del Santiago Bernabéu como sede de la final del Mundial 2030, la FIFA no es tonta y quiere que el nuevo coliseo madridista sea el lugar de la gran final de esa Copa del Mundo, que se disputará en España, Portugal y Marruecos dentro de seis años. El veredicto es simple: es el mejor estadio del mundo, el más moderno, con su techo retráctil, su marcador de 360 grados y una conexión de WiFi insuperable, entre otras muchas virtudes.

Lamentablemente, como El Debate publicó en exclusiva en el mes de marzo, el Gobierno de España nunca ha defendido la opción del estadio de Chamartín para hospedar la gran final de la Copa del Mundo.

Había dos razones para ello. La primera, que Pedro Sánchez está en el poder gracias a la veintena de votos de los partidos catalanes y estos grupos siempre han propuesto unánimemente el Camp Nou como sede de esa final o, en todo caso, que se conceda a Marruecos, pero nunca al Real Madrid. Dicho y hecho. La segunda razón es Marruecos, que defiende su futuro campo de El Mansouria, aún sin construir, como el sitio idóneo, apoyado por la Francia de Macron. Sánchez también se muestra genuflexo ante Mohamed Vl.

El Gobierno español contestó ante la información de El Debate que era el Real Madrid el que debería defender esa opción. Por supuesto que el club más laureado del mundo trabaja diplomáticamente en este aspecto, pero este periódico argumentó siempre que la Copa del Mundo se concede a los países y la candidatura elegida para el Mundial 2030 fue la de España, Portugal y Marruecos.

Rocha hace daño: debe marcharse

La concesión de la Copa del Mundo 2030 a España, Portugal y Marruecos deberá ser ratificada por la FIFA en el mes de diciembre. Su presidente, Gianni Infantino, ha dejado claro que no van a dejar pasar por alto todos los capítulos de corrupción sufridos en el fútbol español a raíz del caso Rubiales. En este sentido, la continuidad de Pedro Rocha como presidente provisional de la Federación Española de Fútbol es una decisión que hace daño a las candidaturas de España y del Bernabéu.

Las causas son nítidas. Rocha se ha aferrado al poder aunque el Consejo Superior de Deportes, encabezado por José Manuel Rodríguez Uribes, le abrió un expediente por 'abuso de autoridad' que el Tribunal de Arbitraje del Deporte ha consolidado con una petición de inhabilitación por seis años. Se le acusa de ser un presidente interino y, como tal, no podía tomar decisiones como echar a Jorge Vilda como entrenador de la selección femenina, fichar a Montse Tomé para ese puesto, despedir a Andreu Camps como secretario general y renovar a Luis de la Fuente como seleccionador masculino, además de varias decisiones económicas importantes para las que no tiene potestad.

En una posición lógica, el fútbol español debería haber destituido a Rocha y nombrar a un nuevo presidente provisional cuando el máximo organismo deportivo nacional, el CSD, le abrió expediente. Pero el extremeño se ha enrocado ante el silencio de los integrantes de la Junta directiva de la FEF. Y la imagen es patética.

Rocha ha utilizado al Rey en esta Eurocopa, sentado a su lado y hablándole hasta el agotamiento, en un intento de lavar una imagen que no puede limpiar. Ser vicepresidente económico de la Federación y permitir los chanchullos entre Rubiales y Piqué en el reparto económico de la Supercopa de España, que se disputa en Arabia, no tiene salvación.

Hay dirigentes de varias Territoriales que critican su continuidad, pero nadie lo dice públicamente. Si se confirma la inhabilitación de Rocha, el fútbol español tendrá otro caso negro que explicar ante la FIFA. Hay que hacer borrón y cuenta nueva, pero nadie se mueve para ello en la Federación. Y la Liga también calla.

El enemigo está en casa

A pesar de todos estos desmanes, Gianni Infantino desea que Madrid y el Bernabéu sean el sitio de la final de la Copa del Mundo 2030. Y el Real Madrid también lo pretende. El presidente de la FIFA fue becario de la Liga Profesional española hace varias décadas, conoce muy bien España y quiere mucho a España. Conoce los vaivenes políticos de nuestro país. No le sorprende nada de lo que sucede. Pero subraya que es para pensárselo que España no defienda al Bernabéu para organizar la final mientras Mohamed VI y Macron pelean con un duro trabajo diplomático para que sea en Marruecos.

Por encima de los dilemas políticos y de corrupción, la FIFA y el Real Madrid persiguen la coherencia. El Bernabéu es el estadio número uno del mundo. Las dos partes dialogan con fluidez para alcanzar un acuerdo. Hay un problema técnico y económico para confirmar al coliseo de Chamartín como el lugar de la gran final. Gianni Infantino solicita a Florentino Pérez la cesión del estadio a la FIFA durante tres meses en 2030.

Esa disponibilidad tan extensa en favor de la FIFA perjudica los intereses de Real Madrid, que organizará en su sede multiusos, como lo hace actualmente, multitud de eventos y de conciertos que quedarían anulados a lo largo de tres meses. Perdería demasiado dinero. El Real Madrid desea albergar su segunda final de la Copa del Mundo, es otro hito prestigioso para la entidad, pero buscará un pacto con la FIFA. Debe haber una entente intermedia que sea aceptable para ambas partes. La habrá.

Un gran Mundial de Clubes

Las conversaciones entre la FIFA y el Real Madrid son cordiales. El segundo capítulo que analizan mutuamente es la organización del Mundial de Clubes del próximo año, que se disputará entre el 15 de junio y el 15 de julio. Será otro magno acontecimiento del balompié mundial.

Este campeonato durará lo mismo que una Copa del Mundo de selecciones y contará con 32 equipos, representantes de los cinco continentes. Doce de ellos serán europeos, entre ellos el Manchester City, el Chelsea, el PSG, el Bayern, el Atlético y por supuesto el campeón de Europa. Los clubes de Argentina y Brasil, más los africanos, los asiáticos y los de América del Norte, permitirán destacar que el campeón será realmente el mejor equipo del mundo.

Más dinero para los equipos

El Real Madrid quiere ser el campeón del mundo en ese torneo. Y lo que propone a la FIFA es que se aporte un mayor dinero a los equipos participantes. Para ello es imprescindible conseguir un excelente contrato con las televisiones internacionales. La casa blanca está colaborando con la FIFA en este ámbito.

Las cifras no están rematadas oficialmente, pero ahora mismo se calcula que un club europeo puede recibir 50 millones por participar, para alcanzar los 100 millones si gana el Mundial. Se trabaja para que el campeón obtenga 150 millones y haya un mayor reparto de salida por estar en la lista de 32 clasificados. En comparación, el Real Madrid por ser el campeón de Europa. Ese es el objetivo, que el ganador del Mundial de Clubes reciba tanto o más dinero que en la Champions.