Clasicazo: Rubiales y Piqué se lo vendían a los árabes
Final grande con favorito. Si estuvieran en activo Rubiales y Piqué se la vendían a los árabes. Afortunadamente no se inventaron las cautelares para eso. De momento, vamos. Una lástima. Clásico con ambiente azulgrana, simplemente eso. Lo que hay diría Koeman.
Ganó el Barça, es mejor: se esperaba. El fútbol da sorpresas, sí: de vez en cuando. Pronto vimos que no había partido. Al Atleti lo empitonó el Madrid en Europa y el Barça lo descabelló con aquel 0-4 en el tramo final de su partido de Liga.
Así se acabó lo suyo por ahora. Queda el Mundial de Clubes, veremos. Que está más que tocado lo percibimos en Cornellá, aquel empate con el Espanyol. Griezmann, De Paul, el mismo Julián: sombras. El Atleti no está.
Y más para ganarle a este Barcelona. Que no es el Madrid en el imaginario colchonero, encima eso. Simeone dijo que no era una final. Si hubiese sido el Madrid... Su primer tiempo no se lo hemos visto con el Real delante ni en benjamines. Oigan, que pidió la hora buscando el descanso, el estadio mudo. Firmaba con sangre el 0-1. No era mal negocio, le habían dado un baile.
Luego mejoró. Pero no tiró a puerta. En todo el partido, ¿eh? Se fue de la Copa sin probar a Szczesny. Que no mató el rato fumando por el qué dirán. El fuego interno, y externo, del Atleti, la locura, queda para los derbis. El problema es que si el Mundial ese no lo remedia, para la próxima vez habrá que esperar a septiembre como pronto.
También influye el rival, claro. No ha perdido el Barcelona en lo que va de 2025. No hay misterio. Hace incluso las mismas faltas o más que el rival, 20 esta vez. Presiona con una fe encomiable, recupera y sale cual once flechas. Y toca y toca y vuelve a tocar. Y rapidito.
Sabe lo que hace y lo hace generalmente bien. Incluso cuando le cuesta, esta vez en el segundo tiempo. Es el equipo más en forma de España. Legítimo pues que su gente sueñe con el triplete. Y los rivales suden frío. Este Flick la está armando muy gorda.
El clásico Barça-Madrid será la final de Copa. 4-3 a favor del Madrid hasta ahora. Ya jugaron la de la Supercopa, con triunfo barcelonista. El sueño de muchos y la pesadilla de más está en camino: final entre los dos también en la Champions. Eso sí: Arsenal, Inter, PSG... Toros bravos. Vamos, que igual no llega ninguno de los nuestros.
Más optimismo ahora del lado azulgrana y con razón para lo de Sevilla. Su equipo está mejor que el eterno rival. Pedri y Lamine, habla el pueblo. Y De Jong, añado. Y el renacido Ferran. Y lo que Lewandowski y tal.
El Madrid tiene lo suyo, claro. Individualidades para aburrir. Le falta lo que lleva buscando toda la temporada: el equilibrio, el equipo, el no encajar sobre todo. Y que las lesiones le olviden. A este Barça es muy difícil ganarlo. A este Madrid, también. La última es que no pierde ni encajando cuatro goles.
Final grande con favorito. Si estuvieran en activo Rubiales y Piqué se la vendían a los árabes. Afortunadamente no se inventaron las cautelares para eso. De momento, vamos. Una lástima. Clásico con ambiente azulgrana, simplemente eso. Lo que hay diría Koeman.