Mourinho pierde los papeles tras la eliminación del Fenerbahce y tira de la nariz al entrenador rival

La tensión se disparó en el estadio Ulker Sukru Saracoglu al concluir el duelo entre Fenerbahce y Galatasaray, que terminó con la clasificación del equipo visitante a las semifinales de la Copa de Turquía tras imponerse por 2-1. La eliminación dejó al conjunto dirigido por José Mourinho en una situación complicada y el entrenador portugués, frustrado, protagonizó una escena polémica al enfrentarse a su colega Okan Buruk.

El partido se tornó bronco en sus compases finales. Con el resultado a favor del Galatasaray, el juego se volvió más agresivo y la tensión se trasladó a la grada. En el minuto 8 del segundo tiempo, cuando Victor Osimhen fue sustituido para dar entrada a Álvaro Morata, una lluvia de objetos cayó sobre el delantero nigeriano. La situación se descontroló y el árbitro tuvo que recurrir a las tarjetas para calmar los ánimos, amonestando a jugadores en el campo como Rolland Sallai, Edin Dzeko y Eren Elmaili, así como a futbolistas en el banquillo, entre ellos Irfan Kahveci, Milan Skriniar y el propio Osimhen.

La crispación no terminó ahí. Tres jugadores fueron expulsados pese a no estar en el terreno de juego: Baris Alber Yilmaz y Demirbay, del Galatasaray, y Mert Hakan Yandas, del Fenerbahce. El tiempo añadido se extendió hasta los quince minutos debido a las constantes interrupciones y el alto nivel de fricción entre ambos equipos.

Sin embargo, lo más llamativo ocurrió tras el pitido final. Mourinho, visiblemente alterado por la derrota y la eliminación, se dirigió hacia Okan Buruk y, en un acto sorprendente, le tiró de la nariz, provocando la caída del entrenador del Galatasaray. La agresión desató la indignación en el cuerpo técnico visitante, que tuvo que intervenir para contener al portugués y escoltarlo hasta los vestuarios.

Este incidente agrava aún más la situación del Fenerbahce, que ve cómo su temporada podría concluir sin títulos en el primer año de Mourinho al frente del equipo. Además, el comportamiento del exentrenador del Real Madrid y Chelsea podría acarrearle sanciones que comprometan su futuro en el banquillo turco.