Laporta perdió los papeles: insultos y gestos obscenos en el palco hacia los presidentes de las federaciones territoriales

Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, protagonizó un nuevo episodio de controversia durante la semifinal de la Supercopa de España, enfrentando al conjunto culé contra el Athletic Club. Según varios medios como el Marca, As o El Mundo, en el antepalco del estadio, Laporta tuvo un comportamiento que sorprendió a todos los presentes, incluidos miembros de su propio equipo. Según testigos, realizó cortes de manga, lanzó insultos como «¡hijos de puta!» y llegó incluso a patear sofás en un aparente ataque de ira.

El detonante del incidente parece haber sido una mezcla de tensión acumulada y la euforia tras conocer que el Consejo Superior de Deportes (CSD) otorgó una medida cautelar que permitía inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor. Esta decisión, conocida minutos antes del inicio del partido, se produjo en contra de la resolución inicial de LaLiga y de la RFEF, que habían dado de baja a ambos jugadores el 1 de enero. El CSD justificó su intervención alegando que no permitir la inscripción habría causado un «grave perjuicio económico y deportivo» al club catalán.

Un comportamiento fuera de control

En las imágenes previas al encuentro, Laporta fue visto abrazando de manera desmedida a varias personas de su entorno, incluyendo al propio Dani Olmo, y realizando un corte de mangas que se hizo viral a través de redes sociales, justo después de conocer la decisión del CSD.

Según asistentes al antepalco, este comportamiento resultó incómodo y violento. Poco después, el presidente azulgrana comenzó a increpar a los presidentes de las federaciones territoriales, a quienes calificó de «sinvergüenzas». La situación escaló hasta tal punto que miembros de su entorno intentaron calmarlo sin éxito.

No fue hasta la llegada de Rafael Louzán, presidente de la Federación Española de Fútbol, que Laporta logró contenerse, aunque su actitud había dejado una fuerte impresión entre los presentes. Fuentes cercanas aseguran que la tensión de los últimos días, marcada por la creciente presión interna y la amenaza de una moción de censura, podría haber contribuido al estallido del mandatario.

La intervención del CSD en el caso de Dani Olmo y Pau Víctor ha sido un rescate al FC Barcelona en un momento crítico. La entidad recurrió al artículo 27 de la Ley del Deporte, que protege los derechos de los deportistas profesionales a una carrera acorde a su potencial. Sin embargo, esta decisión también ha generado críticas, ya que prioriza el posible impacto financiero sobre el cumplimiento estricto de la normativa deportiva.

Laporta, que ha estado bajo presión por la situación económica del club y los desafíos deportivos, celebró la decisión del CSD de manera efusiva. En palabras de un testigo: «Parecía que todo el estrés acumulado de los últimos días explotó en cuestión de minutos».