El Barcelona completa su día de suerte y luchará por la Supercopa de España

Hay días que da lo mismo que se juegue un partido de fútbol o no porque la noticia no está en el campo. El Barcelona, desde que Joan Laporta volviese a la presidencia en 2021, está convirtiéndolo en costumbre y este miércoles han conocido que el Consejo Superior de Deportes (CSD) les concede la cautelarísima por Dani Olmo.

Solo una hora antes del partido ante el Athletic en las semifinales de la Supercopa de España saltó la noticia y tocaba saltar al césped para festejarlo ganando 2-0 y accediendo a la primera final del año. Un partido sin historia, con la mayoría de protagonistas con la cabeza puesta en lo que había ocurrido en los despachos, incluidos los futbolistas del conjunto vasco, que ofrecieron una versión irreconocible. De hecho, quien más ruido hizo en Arabia fue el presidente del club, Jon Uriarte, al calificar de «esperpéntica» la decisión del Gobierno.

La noche empezó rara en todos los sentidos. Resulta que a la resolución provisional de Dani Olmo se le unió un ataque de entrenador de Hansi Flick, que mandó al banquillo a Iñaki Peña por llegar tres minutos tarde a la sesión de activación. Total, que el partido no había comenzado y ya teníamos dos grandes noticias, una por el precedente que sienta y el trato de favor al Barcelona y la otra como curiosidad.

Aun así, tocaba jugar al fútbol y los azulgranas estaban con más ganas. Se notó que en 'Can Barça' hay ganas de acabar con la sequía de títulos aunque sea con la Supercopa. Un chupito cuando las cosas van bien, pero un punto de inflexión y una alegría cuando no se toca metal.

Solo existió el Barcelona

No se tardó mucho en ver que la noche iba a ser azulgrana. Ni dos minutos pasaron cuando Unai Simón ya se había tenido que emplear a fondo para evitar el gol de Lamine Yamal, que reaparecía tras varias semanas en el dique seco. Esa ocasión vino acompañada de una de Raphinha que se fue cerca del larguero. El Barça empujaba y el Athletic no mordía como acostumbre, se le veía como pez fuera del agua.

Lo rondaba el Barça y Raphinha estuvo cerca de lograrlo de falta, pero lo volvió a evitar Simón. Quien no falló fue Gavi, que fue nuevamente titular y esta vez cumplió. Pedri se llevó la pelota por el carril del '8' y vio como Balde le dobló por la izquierda para que llegara a la línea de fondo y la pusiera perfecta al andaluz, que fusiló con la zurda y metió el balón por debajo de las piernas del guardameta rojiblanco.

Poco más pasó en la primera mitad. El Barcelona estuvo cerca de aprovechar un despiste de Simón que casi se convierte en el segundo y el Athletic, muy espeso, lo intentó con tiros lejanos que en absoluto sorprendieron a Szczęsny. No obstante, si alguien andaba despistado pudo no darse ni cuenta de que la segunda mitad había comenzado, pues fue idéntica.

El Barça tenía el control y puso tierra de por medio al poco de comenzar. Lamine Yamal amplió el castigo para los de Ernesto Valverde y la historia parecía finiquitada. Un Barça sin apenas brillo tenía todo bajo control frente a un Athletic irreconocible, que aun así estuvo cerca de meterse dos veces en el partido. El incombustible Óscar de Marcos definió a las mil maravillas un pase de Nico Williams, pero estaba medio cuerpo adelantado.

Ese sí parecía claro, la polémica llegó después. Una pérdida de Frenkie de Jong dejó solo a Iñaki Williams que acertó en el mano a mano ante el meta polaco. El tanto subió al marcador pero el VAR tuvo una revisión eterna y determinó que en la pérdida del neerlandés después la toca Djaló y el internacional con Ghana estaba en fuera de juego. Jugada extraña, pero era el día de suerte del Barcelona y nada les podía salir mal. A la final y esperando al Real Madrid.