El plan de la RFEF con la Supercopa de España: buscar más dinero y mantenerla en Arabia

Rafael Louzán tomó posesión como nuevo presidente de la RFEF el 16 de diciembre de 2024. Ese día, en su primer discurso, se mostró ilusionado, anunció una serie de medidas para tratar de darle un lavado de cara prácticamente total al ente federativo y dejar atrás esos años de inestabilidad en los que el fútbol español se vio seriamente cuestionado y ninguneado por todos los estamentos.

Ya ha pasado casi un mes desde aquella jornada y, aprovechando la disputa de la Supercopa de España de 2025, Louzán ha comparecido públicamente para explicar sus planes más inmediatos a corto-medio plazo. La intención del presidente gallego es que la Supercopa se mantenga en Arabia Saudí hasta 2034. De este modo, se ampliaría el contrato cinco años más, porque cabe recordar que el actual sigue vigente hasta 2029. Es decir, la intención de la RFEF es reforzar su apuesta por internacionalizar un torneo menor como es la Supercopa de España.

La Supercopa llegó a Arabia Saudí en la 2019/20, fruto del acuerdo firmado entre Luis Rubiales y Gerard Piqué, por aquel entonces propietario del Grupo Kosmos. Esta decisión fue muy beneficiosa para la RFEF, ya que desde entonces viene recibiendo 40 millones de euros por temporada, y esa es la razón principal por la que Louzán quiere mantener el torneo en territorio saudí.

Las relaciones entre la RFEF y las instituciones saudíes son magníficas y todo apunta a que en esta nueva etapa van a seguir yendo de la mano. Eso sí, conviene recalcar que dicha renovación de contrato va a llevar consigo una modificación en el reparto de los ingresos para que los clubes de menor entidad reciban una cantidad de dinero mayor. Esa ha sido, sin duda alguna, la gran pega que se ha puesto en estos últimos años.

Louzán ya había anticipado su deseo de mantener el actual contrato de la Supercopa, pero con esta nueva decisión queda claro que al nuevo presidente de la RFEF le seduce la idea de sacar este torneo fuera de nuestras fronteras. La razón es sencilla. Louzán considera que si se disputara en España los ingresos serían mucho menores y quiere mantener el torneo en Arabia Saudí, algo que ya sucede, por ejemplo, con la Supercopa de Italia y la de Francia.

De acuerdo con el actual contrato, la RFEF se embolsa 40 millones de euros, de los que la mitad van a los clubes participantes y la otra, a las arcas federativas. Las condiciones son muy beneficiosas y por ese motivo a Louzán le interesa tanto mantener el torneo en Arabia.

Es una cuestión meramente económica teniendo en cuenta en lo que se ha convertido el fútbol. Todo es puro interés y la situación no va a cambiar a pesar de las innumerables críticas que surgen cada año. Porque recordemos que la Supercopa de España se está jugando en un país en el que no se respetan los derechos humanos, en el que no todo vale y en el que el papel de la mujer está altamente menospreciado. Sin ir más lejos, en la actual edición, las parejas de dos futbolistas del Mallorca denunciaron acoso por parte de los ciudadanos saudíes.

¿Supercopa femenina en Arabia?

Está claro que a Louzán le gusta la idea de jugar en Arabia Saudí y, aprovechando la edición de 2025 que concluyó este pasado domingo (y que ganó el Barça), expuso que desde la RFEF están valorando llevar la Supercopa femenina al país saudí en un futuro.

«Estamos trabajando en que quieren desarrollar mucho el fútbol femenino y por qué no una Supercopa española femenina en Arabia, no puedo avanzar nada, pero por qué no», declaró Louzán.

El fútbol femenino ha crecido mucho en los últimos años y la idea de Rafael Louzán es dar un paso más y llevar un torneo que se lleva disputando en territorio nacional desde 2020 a Oriente Medio. Sin embargo, y siendo realistas, es difícil que el fútbol femenino llame la atención en Arabia si se tiene en cuenta que el masculino se llena en su totalidad.