Cinco años de Cardiff: el día en el que el Real Madrid ganó la final más brillante de su historia moderna

Vestidos de morado, el color que apareció por primera vez en el club en 1931 para refrendar las raíces castellanas del club y de la capital de España, el Real Madrid dibujó hace ahora cinco años la mejor actuación en una final de Champions que se recuerda.

Con la espléndida 14ª Copa de Europa recién puesta en la vitrina del Bernabéu, todo lo conseguido antes puede parecer poco, pero un 3 de junio –de 2017– el Madrid alcanzó el apogeo futbolístico en Cardiff. Fue el fútbol total: ocasiones, goles, superioridad... La segunda parte de aquél encuentro quedará siempre como la mayor apisonadora que pasó por una final de Champions. En la capital de Gales el conjunto entonces entrenado por Zinedine Zidane alcanzó el punto más alto de toda su época dorada. La final ante la Juventus (4-1) fue una exhibición que aún es difícil de olvidar.

En unos tiempos en los que el fútbol cambia mucho de un año a otro, el Real Madrid consiguió lo que nunca antes nadie había conseguido: revalidó el título de Champions y por primera vez hubo un campeón que defendió el título llevándose otra vez el trofeo. Y por si fuera poco lo consiguió otro año después en Kiev, ganando tres seguidas. Irrepetible.

Los nombres de una gesta

Cinco años después de aquél partido el Madrid ha ganado dos Champions más y las grandes figuras de aquella gesta ya no están. Falta Cristiano, máximo goleador de aquella Champions con 12 tantos. Falta en la portería Keylor, mejorado por Courtois después pero que en aquella edición fue clave. Falta Sergio Ramos, 'mariscal' en aquellos años de supremacía futbolística. Faltan Bale e Isco, jugadores muy importantes aquella temporada. Y falta Zidane, que alcanzó ese día lo que tantos entrenadores habían anhelado antes. En definitiva faltan muchos, pero el Madrid sigue en pie.

Fue una temporada excelsa que culminó en el Millennium Stadium de Cardiff. Allí se vivió un ambiente festivo. En una ciudad en la que llovió los dos días antes y los dos de después de la final, el tiempo avanzó aquél sábado lo que pasaría en un estadio cerrado por alerta terrorista: un sol radiante. Y eso no es fácil en el Reino Unido. Parecía como si también se hubiera querido sumar al éxtasis blanco.

Antes el Madrid se había 'cargado' al Bayern de Ancelotti en una agónica prórroga y se deshizo del Atlético con una obra de arte de Benzema en la banda de un Vicente Calderón que vivió ese día su último día europeo. En la final estaba la Juventus, un equipo que solo había recibido tres goles en toda la competición. En 90 minutos recibió 4. Y en los segundos 45 (la segunda parte) encajó los mismos que en todo el torneo.

De todas las Copas de Europa de la era moderna en ninguna dominó tanto y en ninguna sufrió tan poco como en esta

El tanto inicial de Cristiano lo empató Mandzukic y desde el minuto 30 al descanso la Juventus quizá hasta se vio que podía contener al Madrid. Estaba lejos de la realidad. En cuanto salieron de vestuarios, los jugadores del Real Madrid fueron cohetes. La superioridad fue aplastante y un 'zambombazo' desde 25 metros avanzó el aluvión que se vendría. Cristiano hizo el tercero y Asensio ya en el tiempo añadido redondeó la noche con el cuarto. Todo ello con claras ocasiones que pudieron elevar el resultado más aún y con un juego desbordante. De todas las Copas de Europa de la era moderna en ninguna dominó tanto el Madrid como en esta y en ninguna sufrió tan poco como en la de Cardiff.

Ya han pasado cinco años y lo mejor que puede decir el Real Madrid es que un lustro después tiene dos Copas de Europa más, otras dos Ligas y un proyecto que pase quien pase por él sigue abrazando al triunfo.