Pues no doy al Madrid por muerto
Supo hacerle daño al City, le hizo tres y otro más estuvo cerca. Esta no fue la noche madridista. En Europa no se puede regalar y más a este rival
Pasó lo que nadie esperaba. Y no me refiero al cómico gol de Bernardo Silva al minuto. Pasó que el Madrid se quedó sin aire tras volver del descanso. Impensable. Puede que mortal.
El considerado equipo más físico de Europa se deshizo, ver y no creer. Y su entrenador no reaccionó hasta que se vio por debajo. Así, el equipo que descansó nueve días fue el que dobló las piernas. Su rival, si paró fue porque quiso. Quizá aciertan los que dicen que mejor no parar. Pudo esperarse cualquier cosa, no lo que vimos. El partido, y quizá la eliminatoria, estuvo en varios momentos; uno, fundamental, los minutos que fueron desde el 46 al 2-3. Ahí no existió el Madrid y lo pagó. El City no es el Leipzig.
Lo demás lo manejó bien el Real que tuvo el 3-1 muy al alcance tras 114 segundos de locura para voltear el 0-1. Como la pasada temporada fue mejor mucho rato. Pero tampoco le alcanzó para ganar al menos por un gol. En la noche más gris de Bellinghan desde que llegó. El invento de Rodrygo a la izquierda y Vinicius a su aire funcionó sólo con el primero, pues tampoco Vini estuvo lo que se dice inspirado. Con continuidad, digo. Pero a Jude lo difuminó. Fue curioso: ellos no tuvieron a De Bruynne, que pisó el vestuario y se puso a vomitar, ni el Madrid a sus estrellas de la temporada. Sobre todo la inglesa. El fútbol.
Dicho lo cual fue el partidazo esperado. Tres goles cada uno no les sirvieron para ganar. Fue hora y media tremenda, sin respiro para nadie, pueblo incluido. El duelo del mundo no defraudó, eso era imposible. Otra cosa es el ánimo blanco sabedor de lo que le espera: ganar donde el City no cae desde septiembre del 18, 1-2 con el Lyon, fase de grupos. ¿A que firmamos los penaltis?
Pues yo no doy al Madrid por muerto admitiendo que lo normal es que deje allí sus ilusiones de 15 por esta temporada. Supo hacerle daño al City, le hizo tres y otro más estuvo cerca. Esta no fue la noche madridista. En Europa no se puede regalar y más a este rival. Le concedió un gol y 25 minutos caóticos. Bien mirado el empate fue un buen resultado. O no malo.
Partidazo, en fin. De todo tuvo. Lo entendí como el partido de ida de la final, que esta edición tiene dos: este Real-City y el de la final de Wembley. Y el Madrid no se apaña mal en las finales.