Simeone y la necesidad de recuperar las noches de gloria en la Champions
Siete años después, el Atlético quiere volver a unas semifinales de Champions. Han querido recordar el espíritu de Múnich 2016, pero esta vez les tocará ganar de una forma muy diferente
Vuelven a estar aquí. Algunos, los más pesimistas, creían que este terreno ya era cosa del pasado en el Atlético de Madrid. Pero los de Diego Pablo Simeone vuelven a estar a las puertas de una semifinal de la Champions League, una instancia que no pisan desde 2017. Siete años dan para mucho. El Atlético ha cambiado una barbaridad desde entonces. Pero la competitividad se mantiene. Como una característica inherente del club.
La profunda revolución que ha vivido el Atlético de la mano de Simeone es algo de lo que se ha hablado hasta la saciedad. La defensa dejó de ser el valor seguro de antaño, el equipo no era capaz de resistir, entraron en un limbo futbolístico, Simeone vio a su país, Argentina, vencer el Mundial con un fútbol futurista y él decidió copiarlo.
El Atlético pasó de ser un equipo pasivo a uno propositivo y, de la mano de Koke y Griezmann, las combinaciones en espacios reducidos, juntando a muchos jugadores cerca del balón, queriendo salir desde atrás jugando para generar espacios en campo contrario y todos los pensamientos que habían surgido en la mente del ´Cholo´ cobraron forma en el campo. Este Atlético 2024 es la representación de que hay otras, infinitas, formas de ganar. Incluso en el mismo equipo y con el mismo entrenador. El fútbol es tan potente como fenómeno social por narrativas como esta.
- En la ida de hace apenas unos días está todo lo que ilustra este nuevo Atlético. Lo bueno y lo malo. Durante la mayor parte del encuentro, las combinaciones rojiblancas fueron un torbellino para los alemanes. Antoine Griezmann, a este nivel, es un jugador sencillamente incontenible para un rival como el Dortmund. Si el francés fluye, el equipo inclina el campo hacia su favor. El equipo jugó muy bien, y el 2-0 que reflejaba en el marcador era un resultado que se quedaba corto.
Entonces, en el tramo final, el Dortmund despertó, empezó a meterse en campo rival y... marcó un gol y estrelló dos veces el balón contra el larguero. Pudieron ganarlo perfectamente. El Atlético ya no tiene estructura ni jugadores que les permita sobrevivir a un escenario así.
Puede que Jan Oblak recuerde tiempos pasados y firme una exhibición memorable, como hizo en Anfield en 2020. O puede que Axel Witsel, indudablemente el mejor defensa del Atlético esta temporada, ayude a capear el temporal como hizo en Milán ante el Inter en la ida de los octavos. Simeone saldrá a Dortmund a protegerse, presumiblemente con César Azpilicueta como carrilero izquierdo en el sitio del sancionado Samu Lino.
Uno puede imaginarse a varios jugadores haciendo un gran partido, pero el equipo, a nivel estructural, tendrá muy difícil aguantar ante un Signal Iduna Park encendido. En la previa del encuentro, calentando el choque, el Atleti ha querido rememorar la noche en Múnich en 2016 que les valió la clasificación a la final de la Champions derrotando al Bayern de Guardiola. Y si bien replicar el espíritu de esa epopéyica noche puede ayudar, el Atlético hoy en día sencillamente es incapaz de igualar un rendimiento defensivo similar al que ese día Juanfran, Godín, Giménez y Filipe Luis ofrecieron.
ENCUESTA
Como símbolo del cambio, lo mejor que se puede decir es que el mejor defensor del Atlético en Dortmund deberá ser Griezmann. Y no por su trabajo sin balón, sino por lo que sea capaz de hacer con él. Si lo retiene, junta a sus compañeros en torno al mismo y le impide al Dortmund encerrarles, el Atlético estará cerca de las semifinales. Una nueva forma de competir. Una nueva forma de ganar.