El Atlético de Madrid toca fondo en Granada

El Atlético de Madrid llegaba a Granada, a las faldas de una Sierra Nevada cubierta de blanco, en uno de los peores momentos en mucho tiempo. Entre lesiones, mal momento de los futbolistas o incluso las dudas del propio Simeone en encontrar la mejor versión de su equipo, parece imposible reconocer al Atlético de un tiempo a esta parte. Los colchoneros visitaban al conjunto andaluz tras tres derrotas seguidas, su récord en la ‘Era Cholo’ y con la enfermería al completo.

Por si fuera poco, algunas estrellas del conjunto rojiblanco estaban siendo más noticia por sus enfados que por su rendimiento sobre el césped: Suárez y Joao Félix. Por tanto, el Nuevo Los Cármenes era un lugar para reivindicarse. El uruguayo y el portugués tenían la ocasión de reivindicarse. En frente, un Granada en un gran momento de forma.

Los dos puntas del Atleti tenían claro cuál quería que fuera su misión: conseguir frenar las críticas vertidas sobre ellos. Suárez intentó cazar la primera que tuvo y Joao Félix acertó cuando no se habían jugado ni dos minutos de juego. El luso se asomó al área y mirando al tendido, amagó en el último suspiro y la puso lejos del alcance de Maximiano.

El Granada, lejos de venirse abajo se fue arriba y, en el minuto 18, Machís afinó la puntería y puso la mirilla en la portería de Oblak para soltar un disparo potentísimo que se coló en la escuadra de la portería visitante. Simeone se quedó parado como una estatua de sal mientras se masajeaba el mentón, intentándose recuperar del golpe que el Granada les acaba de asestar.

El empate no cambió el guion. El balón seguía siendo de los de Robert Moreno, porque los colchoneros se empeñaban en perderlo en su campo. Además, los nazaríes no se olvidaban de perturbar la meta de Oblak. Machís y Luis Suárez pusieron en apuros a la zaga rojiblanca.

A cinco minutos del descanso volvió a dar señales de vida Joao Félix para revolucionar el ataque rojiblanco. Primero, enviando arriba un buen envío de Trippier y después envío el balón a la red con un buen testarazo, que el árbitro anuló por una dudosa falta al creer que se apoyó en Luis Suárez. El ‘7’ rojiblanco no se lo podía creer. 

Con la rabia del reciente gol anulado lo volvió a intentar, pero esta vez fue Maximiano el que desvió un nuevo cabezazo suyo. Llegaba el descanso con un marcador en tablas y con un atlético que jugaba al ritmo de los fogonazos de Joao Félix y que se iba a los vestuarios muy enfadado con las decisiones del colegiado Hernández Hernández.

No se le pasó el enfado con el trío arbitral al portugués ya que a los pocos segundos de iniciarse la segunda parte le pitaron un fuera de juego. El luso respondió con un pelotazo hacia el cielo de Granada.

El actual campeón fue mucho más decidido en la segunda parte a por el partido. Acumuló ocasiones en la cabeza de Mario Hermoso y en las botas de Luis Suárez, aunque sin éxito. El Granada, lejos de rendirse, también exhibía su candidatura a ampliar el marcador. Ambos equipos se probaban, se medían, pero no se hacían daño.

Hasta el minuto 60, cuando el omnipresente Joao Félix disparó al palo y ese palo provocó un rechace que el Granada convirtió en una contra que remató Jorge Molina a la red. Un gol que subió al marcador con la aprobación del VAR. 

El Atlético volvía a mostrar su vulnerabilidad atrás. 22 goles han encajado los madrileños en 18 jornadas. El año pasado cuando se hicieron con el título de liga recibieron 25 en toda la temporada.

Suárez otra vez sustituido

Era el momento de tomar decisiones y Simeone decidió hacer un triple cambio quitando a Kondogbia, De Paul y Suárez. El ariete uruguayo no reprochó, esta vez, el cambio a su entrenador, pero tampoco le saludó.

La salida de Correa y Cunha dio frescura al conjunto de Simeone, pero el Granada parecía un frontón que lo repelía todo. El Granada, lejos de echarse atrás fue a por el tercer gol y a punto estuvo de conseguirlo gracias a una jugada de Luis Suárez que culminó con un disparo al que el portero esloveno respondió con una gran estirada.

El Atlético se dejaba todo en el campo, pero se veía incapaz de cambiar el resultado ni teniendo las oportunidades más claras, como en el minuto 89, cuando Maximiano dejó un rechace en las botas de Cunha que fue incapaz de hacer gol.

No hubo tiempo para más y el Atlético sufrió la cuarta derrota consecutiva que les deja fuera de la Champions y donde se vislumbra la palabra crisis cada vez más cerca. Antes pasaba en el partido lo que quería Simeone, ahora a los colchoneros la tostada les cae siempre del lado de la mantequilla.