LaLiga nace ahogada: sin salidas, imposible inscribir
Algunos fichajes no han podido debutar y otros lograron los papeles a última hora: el fútbol español vive acuciado por los problemas a la hora de registrar futbolistas
La temporada 22-23 acaba de comenzar y lo hace dejando en evidencia los problemas económicos que atraviesa el fútbol español: la mayoría de clubes han tenido problemas para inscribir a sus nuevos fichajes. El Barcelona ha tirado de palancas y el resto de equipos han tenido que deshacerse de varios efectivos con los que en un principio contaban para poder registrar a los fichajes.
LaLiga afronta una temporada en la que casi todos los equipos cuentan con peores futbolistas que en la pasada campaña, solamente Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid y Villarreal han mejorado su plantilla. Equipos como el Betis -quinto clasificado de la pasada liga y campeón de la Copa del Rey- o el Sevilla, clasificado por tercer año consecutivo a la Champions League, han visto como la delicada situación económica que atraviesan los equipos de LaLiga les ha obligado a desprenderse de jugadores que el año pasado eran titulares, como Bartra en el caso del Betis o Diego Carlos y Koundé en el Sevilla.
El problema con las inscripciones es tal que a una semana de que comenzara LaLiga el 60 % de los fichajes estaban aún sin inscribir. El Barcelona si no llega a ser por Roures no habría podido contar con sus nuevos fichaje en el estreno liguero y tanto Kessié como Christensen tenían acordado que si no los inscribían podrían pedir la carta de libertad, por lo que posiblemente habrían optado por abandonar el club. Hasta eso llega el ahogamiento de esta Liga: jugadores que llegan nuevos se ponen por si acaso la tirita y firman cláusulas ante la posibilidad real de no ser inscritos.
El Betis ha comenzado la temporada con el adiós de Bartra, que ha tenido que hacer las maletas rumbo a Turquía para que el equipo verdiblanco pueda al fin contar con sus nuevos fichajes Luiz Felipe y Luiz Henrique. Además el equipo sevillano tampoco ha podido inscribir a William José, Bravo, Joaquín, Camarasa y Guardado, por lo que en su debut liguero no pudo contar con ninguno de estos futbolistas. Y es el quinto clasificado de la temporada pasada, uno de los más potentes de LaLiga.
El Sevilla, por su parte, es el otro gran damnificado por la política de inscripciones de la competición presidida por Javier Tebas. El equipo de Lopetegui ha vivido este verano al límite en lo económico hasta el punto de tener que malvender a Diego Carlos antes del 30 de junio y después depender de que Koundé abandonara el club para así poder fichar e inscribir a jugadores como Isco, Marcao o Alex Telles.
Otro grande de España como el Valencia también ha vivido un verano complicado, aunque en un principio iban a tener que vender a sus estrellas Carlos Soler y/o Jose Luis Gayá, al final han conseguido retenerlas aunque no han podido hacer lo mismo con Guedes, que se ha marchado por 33 millones de euros a la Premier. Con este movimiento han logrado inscribir a sus nuevos futbolistas aunque la mayoría llegan en calidad de cedido.
Tampoco ha sido un mercado de fichajes sencillo para los equipos que lucharán por permanecer en la categoría. El Almería por ejemplo, necesita sacar jugadores para inscribir a los nuevos, con Fernando Pacheco como el más destacado. El Elche por su parte ha hecho una gran inversión en esta ventana de fichajes y hasta última hora no consiguió cuadrar sus cuentas para poder inscribir a sus nuevos jugadores. Es un tema común: para inscribir hay que dejar salir antes.
El proyecto de CVC al que se adhirieron todos los equipos salvo Real Madrid, Barça y Athletic ha demostrado hasta el momento ser insuficiente, toda vez que el 15 % que se tenía que dedicar a las inscripciones ya fue agotado la temporada pasada y un año después la situación es más acuciante para la práctica totalidad de los equipos de Primera.