Emery, con su Villarreal, silencia el Metropolitano en el primer mazazo liguero del Atlético

Cuando un partido arranca con una ocasión muy clara a los 25 segundos hace pensar que será el equipo que tuvo el gol tan cerca en la primera jugada quien domine después el partido. Pero en los partidos del Atlético no hay nada escrito y si bien Álvaro Morata tuvo el gol antes de cumplir el primer minuto, el encuentro en el Cívitas Metropolitano acabó con una gran y merecida victoria del Villarreal de Unai Emery (0-2).

Los castellonenses, con pleno de victorias, desarbolaron a un Atlético nervioso y sin ideas que jugó a merced del rival y en el que en ningún momento tuvieron opción de ganar un encuentro que acabó con bronca y con un 0-2 que deberá hacer reflexionar a Simeone, porque a la primera vez que se enfrentó a un gran equipo se le vieron las costuras. Gran encuentro del Villarreal, al que si bien hay que destacar a Yéremy Pino y Gerard Moreno es un bloque con el sello de Emery.

Aplastante dominio del Villarreal

Que se encontrara Morata con Rulli en esa primera jugada fue un espejismo. El portero uruguayo apenas intervino más en esta primera mitad salvo en acciones muy aisladas. Sí lo hizo Oblak, que tuvo una acción salvadora en el 18' que hace pensar que el esloveno puede ser ese portero que ha dado títulos al Atlético y muchos puntos en el campeonato doméstico. Habrá que esperar, porque en este primer partido en el Metropolitano acabó encajando. El inicio fue frenético con un Villarreal jugando muy bien y llegando continuamente sin encontrar el gol. El internacional español Yéremy Pino dio un primer susto a Simeone, acompañado por esa parada citada de Oblak a disparo de Caopue.

En la primera parte llegó a haber minutos donde el Villarreal de Emery dio un baño al Atlético. Les mareó con el balón y con acercamientos que no llegaban a nada. Solo uno acabó dentro de la portería en esta primera mitad, pero había sido de forma ilegal. Gerard Moreno, que está en los meses de los exámenes continuos para ir al Mundial, mandó un balón al larguero y para coger el rechace se apoyó en la mano. Se vio y el tanto fue anulado.

En una segunda parte insípida, por momentos aburrida, la gran jugada llegó en el minuto 70 (hubo, pues, 25 minutos perdidos), justo cuando Simeone se arriesgó y quitó a los dos máximos exponentes de este Atlético, los de la ilusión en Getafe. Mandó al banquillo a Morata y Joao Félix y los dos que salieron en su lugar, Correa y Cunha crearon una jugada que el brasileño falló ante una parada salvadora de Rulli. Aún le quedaría al guardameta del Villarreal una parada más importante.

Esos cambios cambiaron por completo el partido, que pasó de estar dormido a ser frenético. La respuesta del Villarreal fue instantánea en forma de gol. Un fallo grosero de Nahuel Molina -fichaje de este verano- al intentar controlar un balón cerca del área habilitó a Yéremy Pino, quien con disparo cruzado silenció el Metropolitano. Era justo premio por lo visto en el global del partido con un trabajo perfectamente orquestado por Emery, que arranca como un ciclón esta temporada.

Pero había más. El encuentro se había vuelto loco, pasó de 1 a 9 en intensidad, y el Atlético se encontró con la ocasión más clara del partido en la que Rulli firmó una estratosférica parada, posiblemente de las mejores de la liga al final del campeonato. Lo que salvó ahí el uruguayo a cabezazo de Carrasco puede ser hasta inexplicable. Fue un milagro futbolístico que hubo que mirar en el VAR con cuadra y cartabón ya que el balón lo sacó en la misma línea.

No solo aguantó el Villarreal -que tiene un equipazo-, sino que incluso tuvo Morales y Moreno dos ocasiones claras para sentenciar y que esto acabara 0-3. Finalmente fue 0-2 por un tanto de Gerard en el último segundo que calentó los ánimos porque celebró los goles como siempre, pero los rojiblancos, por error, creían que habían sido provocados. Los últimos minutos fueron el ejemplo de la agonía atlética, expulsado Molina (qué partido más horrendo) por agredir a Baena cuando el futbolista quería perder tiempo.

Con todo, el Villarreal suma pleno de victorias en una Liga muy abierta en la que igual el Atlético puede golear en Getafe que perder el primer partido en su campo seis días después. Emoción desde el inicio, tiene trabajo Simeone aún. No le salió nada y sus cambios modificaron el partido, pero de la locura se aprovechó Emery, que firma la primera victoria a Simeone de toda su carrera.