Lewandowski ya enamora al Camp Nou

Un «oooooh» sonó en el Camp Nou en el minuto 65. Pocos se habían dado cuenta de cómo había metido un minuto antes Robert Lewandowski su segundo gol al Real Valladolid, el tercero del Barcelona. Había sido de tacón y en directo no se podía haber llegado a ver. Cuando colocaron la repetición en el campo los aficionados lanzaron esa expresión intuitiva. Y es la mejor forma de definir el estado de forma del polaco, que ha entrado en España sin diferencia a lo que hacía en Alemania. Un killer del gol, un auténtico delantero.

El Barcelona vivió plácidamente este domingo y derrotó sin problemas al Valladolid (4-0) en una fiesta en el Camp Nou. Todo salió bien en un equipo que cada vez se ilusiona más porque las piezas nuevas se van engrasando. La más clara es Lewandowski, que tiene una facilidad con el gol aplastante. Las mete de todos los colores y a cada tres ocasiones marca, según las estadísticas en estas tres primeras jornadas. Y eso hasta sabe a poco, arrastrado por sus malos datos en el partido inaugural ante el Rayo. Superado ese trago, Lewandowski ya está enchufado.

Anotó el polaco el primero en el minuto 24 cuando olió que un centro pasado de Raphinha llegaría al segundo palo. Allí se estiró después de que pasara el balón por todo el área y puso la bota como si de un gimnasta se tratara. Ya había tenido antes dos ocasiones, especialmente un remate que se fue al palo. A la madera también se fue un disparo de Dembélé, por lo que la goleada pudo ser de escándalo. Ya cuando la primera parte enfilaba su tramo final apareció la conexión de Dembélé con Pedri. El francés completó un gran partido desde la asociación y regaló el gol al canario, que totalmente libre de marca alcanzó el punto de penalti para rematar de forma fácil, convirtiéndose además en el centrocampista más joven que llega a los 10 goles en la historia del club.

Tras un inicio tranquilo de segunda mitad, Lewandowski apareció con el precioso tacón con el que inventó su segundo gol y provocó ese «ooooh» en el Camp Nou, que disfrutó muchísimo de las hazañas del polaco. Sorprendió que justo después de ese 3-0 el Valladolid vivió un minuto esplendoroso en el que tuvo tres ocasiones muy claras de gol, dos de ellas paradas por un Ter Stegen que da sensación de volver a ser ese portero que ganaba partidos.

Quedó el partido para que el Camp Nou disfrutara y para que hasta Sergi Roberto marcara ya en el último minuto del partido, cuando los jugadores andaban por el césped. El canterano culé aprovechó el rechace de un balón al larguero que estrelló... Lewandowski, que se quedó a centímetros de lograr su primer hat-trick en España. Paró bien Masip, pero el rechace le fue a Sergi Roberto. Ese fue el final del partido más tranquilo en meses de este Barça que se asienta en torno a su nuevo proyecto.